Rusia ha transferido a Siria tres baterías del sistema de defensa antimisiles S-300 PM-2 para ayudar al Ejército sirio a hacer frente a las frecuentes ofensivas aéreas del régimen israelí contra el país árabe, ha publicado este viernes Izvestia.
El periódico ruso cita de manera anónima a un funcionario del Ministerio ruso de defensa que precisa que las baterías están dotadas de radares y sistemas de comunicación más avanzados, y que el propio Ejército ruso las utiliza desde 2010.
De ser correcta la información, sería la primera vez que Rusia entrega “versiones avanzadas adicionales” de los S-300 a otro país, añade la fuente.
A principios de mes, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, confirmó la llegada a Siria de cuatro lanzaderas S-300, y dijo también que militares del país árabe estaban recibiendo un curso de tres meses para capacitarse en el manejo de esos aparatos.
Los nuevos sistemas de misiles antiaéreos se suman a las baterías menos avanzadas de S-300 desplegadas a principios de mes en Siria, pese a las amenazas y críticas israelíes.
Los israelíes han expresado ya su indignación por el envío de S-300 rusos a Siria, aunque han asegurado que eso no los disuadirá de lanzar más ataques contra el país árabe, sumergido en un conflicto armado desde 2011.
El régimen de Tel Aviv ha llevado a cabo “cientos de ataques aéreos” contra Siria, según afirman medios israelíes. Uno de ellos provocó en septiembre pasado la caída de un Ilyushin Il-20 ruso en la provincia de Latakia (oeste), cerca de la costa mediterránea. Moscú responsabilizó a Israel y decidió reforzar la defensa aérea siria.
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