• Un miliciano clava la bandera de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en el norte de Siria.
Publicada: lunes, 15 de enero de 2018 8:04
Actualizada: lunes, 15 de enero de 2018 10:14

Indignado por el entrenamiento de 30.000 milicianos kurdo-árabes en la frontera sirio-turca por parte de EE.UU., el jefe del Comité de Defensa de la Cámara baja (Duma) del Parlamento de Rusia, el almirante Vladimir Shamanov, promete medidas de retorsión al respecto.

“[Tal comportamiento de la llamada coalición liderada por EE.UU.] está en confrontación directa [con los intereses de Rusia], y nosotros y nuestros colegas ciertamente emprenderemos ciertas medidas para estabilizar la situación en Siria”, dijo el domingo Shamanov.

La página web The Defense Post reveló el domingo que la llamada coalición contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), liderada por Washington, está adiestrando a un nuevo ejército, compuesto por 30.000 kurdo-árabes en Siria —en su mayoría de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)—, que supuestamente desempeñará como ‘guardia fronteriza’.

La información enfadó a Turquía, que ve un ejército kurdo cerca de sus territorios como una amenaza contra su seguridad. De hecho, Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, calificó la reciente medida estadounidense de “preocupante e inaceptable”.

[Tal comportamiento de la llamada coalición liderada por EE.UU.] está en confrontación directa [con los intereses de Rusia], y nosotros y nuestros colegas ciertamente emprenderemos ciertas medidas para estabilizar la situación en Siria”, aseguró el parlamentario ruso Vladimir Shamanov, en reacción a la medida de EEUU de entrenar 30.000 milicianos kurdo-árabes.

 

Por su parte, el vicepresidente del comité de Defensa de la Duma rusa, Yuri Shvitkin, también condenó la misma jornada del domingo la medida estadounidense en Siria, al mostrarse convencido de que Estados Unidos persigue objetivos sombríos en la región del Oriente Medio.

En su opinión, la medida se trata de un “intento obvio” para reanimar a los milicianos, quienes —añadió— pueden fluir desde los países vecinos de Siria, es decir Irak. Recalcó, asimismo, que con esto, Washington puede “alcanzar sus objetivos geopolíticos, intensificar las tensiones y, probablemente, intentar derrocar al presidente legítimamente elegido [de Siria] Bashar al-Asad.

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