Tras descartar un accidente en un reactor nuclear, el instituto de seguridad nuclear (IRSN, por sus siglas en francés) del país galo estimó que el fallo habría ocurrido en un sitio de tratamiento de combustible nuclear o en un centro de medicina radioactiva.
En un comunicado emitido el jueves, el IRSN anunció que la nube no ha provocado ningún impacto en la salud humana o el medio ambiente en Europa, según la agencia de noticias británica Reuters.
El IRSN, el brazo técnico de la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (ASN), aseveró que no podía precisar la ubicación exacta de la liberación de material radiactivo, pero que, de acuerdo a los patrones climáticos, la zona más posible estaba al sur de los montes Urales, entre los Urales y el río Volga, ambos en Rusia.
“Las autoridades rusas han dicho que no están al tanto de ningún accidente en su territorio”, destacó el director del IRSN, Jean-Marc Peres, al agregar que el instituto aún no ha entrado en contacto con las autoridades kazajas.
Las autoridades rusas han dicho que no están al tanto de ningún accidente en su territorio”, destaca el director del instituto de seguridad nuclear de Francia, Jean-Marc Peres.
Igualmente, dijo que en las últimas semanas, el IRSN y otros institutos de seguridad nuclear en Europa han detectado altos niveles de rutenio 106, un nucleído radiactivo usado comúnmente en medicina nuclear que es el producto de la división de átomos en un reactor nuclear y que no ocurre naturalmente.
El IRSN, a su vez, detalló que la cantidad de rutenio 106 liberada fue grande, entre 100 y 300 teraBecquerel, y que si un accidente de esta magnitud hubiera ocurrido en Francia, habría requerido la evacuación o refugio de personas en un radio de unos pocos kilómetros alrededor del lugar accidente.
Además, descartó un accidente en un reactor nuclear, ya que eso también habría provocado contaminación con otros radionucleidos. Asimismo, descartó el colapso de un satélite con rutenio, ya que una investigación de la la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha concluido que ningún satélite que contenga rutenio ha caído en la Tierra durante este período.
La medición desde las estaciones europeas mostró altos niveles de rutenio 106 en la atmósfera de la mayoría de los países europeos a principios de octubre, con una disminución constante desde el 6 de octubre en adelante.
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