“Hemos indicado reiteradas veces que el principal obstáculo que enfrentamos en Siria para derrotar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), no es la capacidad de combate de los terroristas sino el apoyo que brinda EE.UU. a la banda extremista”, ha declarado este miércoles el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Igor Konashenkov.
En tal sentido, ha indicado que los grandes avances del Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, contra agrupaciones takfiríes en el país árabe, contradicen los objetivos e intereses de Washington en Siria.
En esta misma línea, ha asegurado que varios ataques de la banda extremista Daesh contra las fuerzas gubernamentales siria fueron lanzados desde las localidades bajo el control de los militares estadounidenses y sus aliados kurdos; lo que evidencia la estrecha comunicación entre Washington y los terroristas.
Además, ha hecho hincapié en que los recientes ataques de la banda extremista Daesh contra puestos de control secretos de las fuerzas sirias, requerían ayuda de Inteligencia aérea.
El pasado 28 de septiembre unos 300 insurgentes de Daesh se trasladaron en decenas de vehículos todoterreno hasta la ciudad de Al-Qaryatein, en la provincia central de Homs, a su paso evitaron los puestos secretos de control de las fuerzas sirias “no por simple suerte”, ha recalcado.
Este grupo “contaba con coordinadas precisas que se pueden obtener solo con ayuda de Inteligencia aérea. Unos datos, que al ser procesados por especialistas, son entregados para realizar operativos de sabotaje”, precisa Konashenkov.
Hemos indicado reiteradas veces que el principal obstáculo que enfrentamos en Siria para derrotar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), no es la capacidad de combate de los terroristas sino el apoyo que brinda EE.UU. a la banda extremista”, ha declarado el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Igor Konashenkov.
EE.UU., desde septiembre de 2014, so pretexto de luchar contra el terrorismo, lleva a cabo operaciones militares en Siria, sin ninguna autorización del Gobierno de Damasco ni mandato alguno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, los bombardeos de la llamada coalición internacional que lidera EE.UU. en Siria, más que ser una amenaza para terroristas, desafortunadamente son un peligro tanto para los civiles como para las fuerzas gubernamentales sirias e incluso han dificultado en reiteradas ocasiones el avance de la lucha antiterrorista al atacar posiciones del Ejército sirio.
Varios analistas consideran que EE.UU., al arropar a los grupos terroristas en Siria, no busca restablecer la paz en el país, sino que más bien sigue la política de ‘divide y vencerás’.
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