• Serguei Lavrov, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, 25 de agosto de 2017.
Publicada: viernes, 1 de septiembre de 2017 7:36

Rusia le ha advertido a EE.UU. que está estudiando nuevas medidas para responder al cierre del consulado ruso en San Francisco.

Poco después de conocerse la decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de cerrar el consulado ruso en San Francisco, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y el Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, mantuvieron una conversación telefónica en la que la parte rusa advirtió que Moscú responderá a la medida estadounidense.

“Moscú estudiará de cerca las nuevas medidas anunciadas por los estadounidenses y, después, anunciaremos nuestra respuesta [a estas medidas]”, se lee en un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia sobre la conversación telefónica.

El Departamento de Estado estadounidense en un comunicado de prensa emitido en la misma jornada del jueves informó que ha ordenado a su par ruso el inmediato desalojo y cierre de su representación consular en San Francisco, urbe sita en el estado occidental de California, además de otros dos anexos en Nueva York y Washington.

Moscú estudiará de cerca las nuevas medidas anunciadas por los estadounidenses y, después, anunciaremos nuestra respuesta [a estas medidas]”, se lee en un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

 

Por su parte Leonid Slutsky, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma de Rusia, calificó la medida estadounidense como el inicio de la “fase caliente” de la guerra diplomática entre Moscú y Washington.

"Exigir el cierre del consulado es una medida muy injusta. Esto significa que EE.UU. ha anunciado el inicio de la fase caliente de la guerra diplomática. El cierre de instalaciones extranjeras es mucho más grave que la expulsión de diplomáticos, y una 'amputación' ilegal de propiedades diplomáticas", afirmó.

No obstante invitó a las autoridades rusas a no responder “simétricamente” y esforzarse tanto como pueden para preservar “un nivel decente de relaciones diplomáticas” con Estados Unidos y no escalar más las tensiones.

La tensión diplomática entre EE.UU. y Rusia comenzó a finales de 2016, cuando la anterior Administración estadounidense presidida por Barack Obama declaró personas “no gratas” a 35 diplomáticos rusos y decretó el cierre de dos mansiones, alegando que los diplomáticos supuestamente utilizaban dichos edificios para espionaje, medidas a las cuales Moscú respondió con la expulsión del 60 % del personal diplomático estadounidense.

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