“Mantenemos un rechazo rotundo respecto al tema de las sanciones, sobre todo, las nuevas iniciativas que ahora se promueven tanto en el Congreso como en el Senado”, ha declarado hoy lunes el portavoz del Gobierno de la Federación Rusa, Dmitri Peskov.
El portavoz ruso ha lamentado que la clase política estadounidense mantenga una retórica de “sanciones” y ha advertido de que las medidas que el Congreso de EE.UU. se dispone a votar mañana martes “perjudican los intereses de los terceros países con los que Rusia sigue desarrollando relaciones económicas y comerciales bilaterales, a pesar de las tendencias negativas”.
En consecuencia, la actitud de Moscú respecto a tales restricciones sigue siendo “extremadamente negativa”, ha advertido Peskov, especialmente en el caso de “nuevas iniciativas del Congreso” estadounidense. Sin embargo, el portavoz ha declinado por “inoportuno” hacer “conjeturas de cualquier tipo”, en particular de eventuales respuestas por parte del Kremlin “sin tener claras las decisiones adoptadas o descartadas”.
El descontento de Moscú por el nuevo plan de imposición de embargos, acordado en el Legislativo estadounidense durante el fin de semana, no obsta para que fuentes oficiales rusas se hayan mostrado optimistas sobre el efecto de las “sanciones” en el desarrollo de la economía nacional.
Tras manifestar ese optimismo, la presidente del Consejo de la Federación (Senado ruso), Valentina Matvienko, ha considerado hoy mismo que tras las medidas anunciadas hay un “deseo de Washington de expulsar del mercado europeo a los suministradores rusos de fuentes energéticas”.
Mantenemos un rechazo rotundo respecto al tema de las sanciones, sobre todo, las nuevas iniciativas que ahora se promueven tanto en el Congreso como en el Senado”, ha declarado el portavoz del Gobierno de la Federación Rusa, Dmitri Peskov.
De hecho, la Comisión Europea (CE) ha hecho pública también hoy lunes, a través de su portavoz, Margaritis Schinas, su “preocupación” por la intención estadounidense “desde el punto de vista de la independencia energética de la Unión Europea (UE) y de nuestros intereses de seguridad energética”.
Por ello, la Unión Europea “está activando todos los canales diplomáticos para debatir (…) con sus colegas estadounidenses” la inquietud causada entre los dirigentes europeos por las posibles medidas de EE.UU., ha dado a conocer el mismo Schinas.
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