• El presidente ruso, Vladimir Putin, saluda a los militares durante un desfile militar en Moscú.
Publicada: viernes, 14 de julio de 2017 17:21
Actualizada: viernes, 14 de julio de 2017 18:25

Rusia está presionando a sus aliados para unirse a la lucha contra los terroristas en Siria, para así sacar más pecho ante el Occidente en el Medio Oriente.

El presidente del Comité de Defensa de la Duma (Cámara baja del Parlamento) de Rusia, coronel general Vladimir Shamánov, dijo a finales de junio que Moscú estaba en conversaciones con Kirguistán y Kazajstán sobre el despliegue de sus fuerzas en Siria para ayudar a monitorear el conflicto, ha informado este viernes el portal Business Insider, citando un informe de la Fundación Jamestown.

Kirguistán y Kazajistán forman parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar de las antiguas repúblicas soviéticas, dirigida por Rusia, que también incluye a Armenia, Bielorusia y Tayikestán.

"La declaración de Shamánov parece indicar que el presidente ruso, Vladimir Putin, está tratando de ampliar el número de gobiernos aliados activos en Siria para que apoyen las acciones militares de Moscú allí", el portal cita al mencionado informe.

La declaración de Shamánov parece indicar que el presidente ruso Vladimir Putin está tratando de ampliar el número de gobiernos aliados activos en Siria para que apoyen las acciones militares de Moscú allí", dice un informe de la Fundación Jamestown.

 

Cabe mencionar que después de las conversaciones de Astaná a principios de mayo, en las que Rusia, Turquía e Irán crearon zonas de descalificación en Siria para intentar reducir la lucha, Teherán y Ankara acordaron permitir más países como observadores y un enviado turco admitió que Moscú había propuesto el envío de tropas de Kirguistán y Kazajstán a Siria.

En definitiva, el deseo de Moscú de traer más aliados a la lucha es una "campaña de relaciones públicas dirigida principalmente a Occidente" y que "el presidente Putin quiere anunciar al mundo que Rusia sigue siendo una fuerza internacional a la que hay que tener en cuenta", subraya el informe.

Esto mientras, según los analistas, EE.UU. se ha visto involucrado en la crisis siria al impulsar una guerra subsidiaria en ese país. Desde que comenzó la crisis en 2011, Washington no ha escatimado esfuerzos para equipar y apoyar a las fuerzas no gubernamentales que luchan en contra del Gobierno legítimo de Bashar al-Asad, respaldado por Rusia. 

Recientemente, han aumentado los choques directos entre el Ejército sirio y sus aliados y las fuerzas estadounidenses en Siria mientras que la Casa Blanca ha adoptado un tono más agresivo y bélico hacia el Gobierno de Damasco, lo que para algunos analistas, señala que Washington busca involucrarse aún más en la crisis siria.

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