El pasado miércoles, la tripulación del submarino de ataque de propulsión nuclear Smolensk, de la Flota rusa del Norte, disparó un misil de crucero pesado Granit desde el mar de Barents.
De acuerdo con la Cartera rusa, una unidad de defensa de la Flota rusa del Pacífico realizó el lanzamiento de misiles Ónix y, antes de dispararlos, la dotación del vehículo realizó un despliegue a 200 kilómetros para efectuar su misión prácticamente en marcha y desde una posición no acondicionada para ello. El blanco del misil se encontraba a unos 150 kilómetros de la costa.
Cabe recordar que cada uno de los sistemas de defensa costera Bastión-P, de donde han sido lanzados los misiles Ónix, consta de 12 vehículos de lanzamiento y 24 misiles y son capaces de defender 600 kilómetros del litoral ante un posible desembarco de enemigos.
El sistema de control Bastión incorpora un programa, según el cual, los primeros blancos a destruir en los convoyes enemigos son los buques de escolta, y solo después es atacado el buque insignia. Cada uno de los misiles opera estrictamente contra su objetivo programado. Expertos sostienen que ninguna nave del mundo tendrá tiempo para defenderse de un ataque de ese tipo.
mep/ncl/snz/hnb