• El principal tanque de batalla del Ejército ruso, el T-72B3, participa en un desfile en la Plaza Roja, Moscú, 9 de mayo de 2017.
Publicada: martes, 16 de mayo de 2017 17:11

Rusia ha renovado sus Fuerzas Armadas para aumentar su poder disuasivo en el Ártico y en las fronteras occidentales, así como por su lucha antiterrorista en Siria.

Según ha informado el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la reunión que ha mantenido este martes con funcionarios del Ministerio ruso de Defensa y con empresas pertenecientes al ámbito técnico-militar, ha comentado el programa de su país para reequipar a las Fuerzas Armadas rusas para el período 2011-2020.

"La experiencia de combate adquirida durante la operación en la República Árabe Siria, la necesidad de reforzar los territorios del Ártico y las fronteras en el oeste y suroeste, requirieron redefinir los enfoques para el reequipamiento de las tropas", ha asegurado el presidente ruso.

Mencionar que Rusia viene llevando a cabo un programa de rearme a gran escala, que fue anunciado en 2010. Esta potencia mundial pretende modernizar el 70 por ciento de su hardware militar para 2020. En este contexto, Putin ha explicado que el año pasado el Ejército ruso recibió 5600 nuevos tipos de armas.

La experiencia de combate adquirida durante la operación en la República Árabe Siria, la necesidad de reforzar los territorios del Ártico y las fronteras en el oeste y suroeste, requirieron redefinir los enfoques para el reequipamiento de las tropas", ha asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin.

 

Además, se repararon o modernizaron unos 3000 modelos de equipos militares y especializados, ha añadido el mandatario ruso, para después aseverar que hasta finales de este año en curso un 62 por ciento de las Fuerzas Armadas rusas debe estar abastecido de armas avanzadas.

Tal y como ha sido mencionado, el programa de reequipamiento de la Armada rusa ya fue lanzado en 2011, pero el gigante eurasiático persigue este proyecto con más empuje en los últimos años dadas las tensiones que mantiene con el Occidente, en particular con Estados Unidos, por temas como la crisis en Siria y Ucrania, y que los han puesto al borde de la guerra.

En este contexto, en diciembre de 2016, Dmitri Trenin, director del think tank (laboratorio de ideas) del Centro Carneige de Moscú (capital rusa), opinó que Putin podía proyectar el poder militar de Rusia hacia un nivel no visto desde la época de la extinta Unión Soviética (URSS). “La reforma militar ha dado a Rusia, al Kremlin (y) al Sr. Putin un instrumento útil de política exterior que no tuvo Rusia durante un cuarto de siglo”, dijo Trenin.

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