Según informó el lunes el rotativo ruso Interfax, varios aviones de guerra antisubmarina y de intercepciones de inteligencia electrónica (ELINT, por sus siglas en inglés) Poseidon P-8A siguen a un avanzado submarino ruso durante su paso por el mar Mediterráneo.
Se trata del Kolpino (B-271), el más reciente submarino ruso de ataque Krasnodar perteneciente al proyecto 636.3 Varshavianka que se caracteriza por su gran capacidad furtiva, por lo que le han dado la denominación ‘agujero negro’.
Este submarino, que pertenece a la Flota del mar Negro, partió hace días del mar Báltico, donde terminó sus últimas pruebas, y ahora cruza el Mediterráneo con el fin de llegar al mar Negro, donde se unirá a la flota rusa en el lugar.
Este mismo submarino ruso fue detectado y escoltado la semana pasada por al menos un buque de la Marina Real Británica mientras pasaba por el canal de la Mancha.
La página Web de monitoreo de vuelos citado por Interfax muestra que el navío ruso ha estado bajo constante vigilancia de los P-8A de la Marina de Estados Unidos que, despegando de la Base Naval de Rota en España, toman turnos sobrevolando el submarino ruso.
Una de las razones del monitoreo intenso del B-271 puede ser los misiles que porta ya que, según fuentes militares rusas, va dotado de misiles de crucero antibuques 3M-54 Klub (Kalibr-NK), mientras que cuenta con sistemas de radares para detectar otros submarinos en la zona.
En el mar Mediterráneo están desplegados varios navíos de la Marina de Estados Unidos, algunos de ellos de manera oficial y —probablemente— otros en operaciones no desclasificadas (posiblemente relacionadas con Siria), y el submarino ruso podría revelar la ubicación de estos últimos, por lo que sería aún más importante para Washington vigilar al Kolpino.
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