Después del ataque de EE.UU. a la base aérea de Al-Shairat en la provincia central siria de Homs, muchos se preguntaron por qué los sofisticados sistemas de defensa antiaérea de Rusia, entre ellos Pantsir, S-300, S-400, BUK-M2E y Tor-M2, no protegieron a Siria ante los 59 misiles crucero Tomahawk lanzados por los destructores estadounidenses USS Porter y USS Ross, según publicó el viernes el portal de noticias estadounidense VeteransToday.
Ante la disyuntiva, los expertos rusos coincidieron en declaraciones al rotativo Izvestia que “Si Rusia hubiera utilizado los sistemas de defensa antiaérea en respuesta al ataque misilístico de EE.UU., se habría desencadenado una conflagración nuclear”, advirtió el miembro de la Academia de Ciencias Militares de Rusia, Serguei Sudakov.
Si Rusia hubiera utilizado los sistemas de defensa antiaérea en respuesta al ataque misilístico de EE.UU., se habría desencadenado una conflagración nuclear”, advirtió el miembro de la Academia de Ciencias Militares de Rusia Serguei Sudakov.
Asimismo, anotó que, a juicio de la mayoría del pueblo ruso, se debía haber repelido la agresión contra Siria. No obstante, si el Kremlin hubiera derribado los misiles estadounidenses, “no nos habríamos despertado esta mañana”, destacó Sudakov, para luego alertar que podría haber sucedido un enfrentamiento entre dos potencias nucleares en el territorio de un tercer país.
De ahí que Sudakov consideró que la “compostura” del presidente ruso, Vladimir Putin, evitó un conflicto nuclear, ya que el dignatario estadounidense, Donald Trump, se aproximó a una “guerra caliente”.
Por su parte, Vladislav Shuriguin, un experto ruso en temas militares, indicó que los sistemas de defensa antiaérea de su país han sido desplegados en Siria para defender los intereses de Moscú, por lo tanto, cuando el régimen de Israel o Turquía “bombardean Siria de manera periódica”, ellos protegen su base aérea y sus instalaciones.
Shuryguin opinó que los rusos tomaron una decisión “política”, porque el derribo de los misiles norteamericanos habría desembocado en un conflicto entre Rusia y Estados Unidos.
El ataque de EE.UU. a Siria se llevó a cabo tras la explosión de un depósito de municiones del Frente Al-Nusra, que contenía armas químicas, en la ciudad de Jan Sheijun (Idlib) la semana pasada, tras una incursión aérea del Ejército sirio.
El portavoz del Pentágono, Jeff Davis, alegó que Washington había alertado a Moscú sobre el ataque a Siria para minimizar los riesgos del personal ruso o del sirio en la base de Al-Shairat, pero presuntamente no lo comunicó para evitar una respuesta de Damasco.
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