"Las defensas antimisiles de Estados Unidos en Europa y en los buques que navegan cerca de nuestras fronteras elevan la amenaza de un ataque nuclear por sorpresa contra Rusia", ha afirmado este martes el teniente general Victor Poznijir, jefe adjunto de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, en la Conferencia de Desarme celebrada en Ginebra (Suiza).
De este modo, el general ha reafirmado la amenaza que suponen para el territorio europeo de Rusia los buques estadounidenses con misiles en los mares Báltico y Negro —los cruceros y destructores de EE.UU., ha explicado, están equipados con misiles antibalísticos y cuentan con la posibilidad de desplegar en secreto y en poco tiempo más de 1000 misiles de crucero Tomahawk— y las defensas antimisiles que Washington tiene desplegadas en Rumanía y Polonia.
Las defensas antimisiles de Estados Unidos en Europa y en los buques que navegan cerca de nuestras fronteras elevan la amenaza de un ataque nuclear por sorpresa contra Rusia", ha afirmado el teniente general Victor Poznijir, jefe adjunto de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso.
En estas circunstancias, Rusia debe tomar medidas para responder al despliegue del escudo antimisiles mundial de EE.UU. y evitar un desequilibrio de fuerzas en el ámbito de armas estratégicas, de forma que se "minimice el posible daño causado a la seguridad del Estado" por el mencionado escudo, ha señalado Poznijir.
El general ruso ha recordado que los representantes de su país han alertado en repetidas ocasiones, desde la salida de EE.UU. del Tratado sobre Misiles Antibalísticos, sobre “la amenaza que representa el escudo antimisiles global para el equilibrio estratégico de fuerzas en el mundo", y sin embargo no han recibido respuesta alguna.
El escudo antimisiles mundial de EE.UU., ha indicado Poznijir, "amenaza la capacidad de disuasión de Rusia, especialmente tomando en consideración su modernización constante", por lo que Rusia llama a un diálogo “constructivo y equitativo” sobre ese sistema que tenga en cuenta los intereses de todas las partes.
Las tensiones entre Rusia y EE.UU. se agravaron en mayo de 2016 al entrar en servicio el sistema antimisiles estadounidense Aegis Ashore —parte del escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)— en la base rumana de Deveselu, unos 600 kilómetros al oeste de la península de Crimea. Moscú cree que el despliegue complica la situación internacional y constituye una clara amenaza a la seguridad nacional rusa.
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