"Las capacidades del armamento ruso, sus exclusivas fiabilidad y eficacia se prueban en los combates contra los terroristas en Siria y en la lucha contra el terrorismo en todo Oriente Próximo", ha asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin durante una reunión de la Comisión para Asuntos de la Cooperación Técnica Militar.
Asimismo, ha señalado que los equipos militares rusos se emplean "no solo durante las hostilidades, sino también para fines humanitarios", como los avanzados sistemas contra minas con los que fueron desactivar los explosivos en las ciudades sirias de Alepo (noroeste) y Palmira (centro).
Las capacidades del armamento ruso, sus exclusivas fiabilidad y eficacia se prueban en los combates contra los terroristas en Siria y en la lucha contra el terrorismo en todo Oriente Próximo", ha asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin.
También "demostraron su eficacia los campamentos médicos móviles, equipos de cocina de campaña y medios de ingeniería", ha añadido.
En este sentido, ha enfatizado en la necesidad de analizar la experiencia del uso de las tecnologías de defensa en el terreno y afinar las metodologías de la formación militar.
Las operaciones militares de Rusia en Siria, a pesar de haber sido costosas, han provocado que se disparen las solicitudes de compra del equipamiento militar ruso usado en el país árabe.
En diciembre, el Ministerio ruso de Defensa anunció haber probado más de 160 nuevas armas durante sus operaciones antiterroristas en el territorio sirio.
Según las estimaciones del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), la venta de armamento ruso representó el 23 % de las exportaciones mundiales entre 2012-16. El 70 % de estas fueron a parar a cuatro países: la India, Vietnam, China y Argelia.
Recordemos que las operaciones antiterroristas de Rusia, realizadas a petición del presidente sirio, Bashar al-Asad, han sido de gran efectividad, mientras que los bombardeos de EE.UU. y de sus aliados en Siria no han conseguido detener una crisis que ya se ha saldado con más de 465.000 muertos y desaparecidos, según el llamado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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