Según ha informado este viernes la agencia rusa Sputnik, citando a altos funcionarios de la empresa estatal Rostec, el buen rendimiento de las aeronaves no tripuladas rusas en el territorio sirio ha hecho que aumente la demanda de dichos drones.
El director de cooperación internacional de Rostec, Victor Kladov, ha indicado que desde el comienzo de la intervención rusa en Siria, en septiembre de 2015, ha habido un aumento significativo en la venta de diferentes drones producidos en Rusia.
No obstante, el funcionario no ha dado información alguna sobre los países interesados en los aviones teledirigidos de Rusia.
Kladov ha asegurado que el dron que más atención ha recibido ha sido el Orlan-10, una aeronave no tripulada que puede realizar tareas de recaudación de información, interceptación de señales enemigas y operativos de búsqueda y rescate.
“En este sentido tenemos los drones Orlan”, ha dicho Kladov durante su participación en la exposición Aero India 2017, respondiendo a las preguntas sobre los drones rusos que han atraído la atención de países extranjeros.
Además ha revelado que varias naciones han mostrado gran interés en una nueva generación de drones rusos que podrían ser fabricados en cuestión de horas usando impresoras tridimensionales.
Las ventas de equipos y armas militares de Rusia aumentaron de manera significativa tras los logros de las fuerzas rusas en Siria, de modo que la venta de los tanques rusos T-72 y T-90 —los tanques rusos más usados en Siria— se duplicó en el año 2016.
El 30 de septiembre de 2015 Rusia inició, a petición del presidente sirio, Bashar al-Asad, una campaña de bombardeos aéreos contra las posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y otros grupos armados que operan en el país árabe.
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