Así ha anunciado este martes el gabinete ruso a través de un comunicado, donde también ha informado de una conversación telefónica mantenida entre el primer ministro ruso y su homólogo turco para abordar el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, a manos de un oficial de la Policía turca.
“El 19 de diciembre de 2016, una llamada telefónica entre el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, y el primer ministro turco, Binali Yildrim, fue realizada por iniciativa de Turquía (…) Medvedev destacó que el asesinato de un embajador en un ataque terrorista es una situación extraordinaria en las relaciones internacionales”, reza el texto.
El 19 de diciembre de 2016, una llamada telefónica entre el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, y el primer ministro turco, Binali Yildrim, fue realizada por iniciativa de Turquía (…) Medvedev destacó que el asesinato de un embajador en un ataque terrorista es una situación extraordinaria en las relaciones internacionales”, según el comunicado del gabinete ruso.
Karlov murió el lunes tras ser tiroteado por un policía turco identificado como Mevlüt Mert Altıntaş, mientras inauguraba una exposición en Ankara (capital turca). El atacante fue abatido por la policía.
Medvedev solicitó a Yildirim encontrar y castigar a los organizadores del ataque, mientras que el premier turco dijo que las investigaciones ya han comenzado y prometió supervisar personalmente el caso.
Yildirim asimismo expresó sus condolencias por el asesinato, subrayando que el embajador había hecho una contribución significativa a las relaciones entre Moscú y Ankara.
De igual manera, el primer ministro turco declaró que los responsables del ataque pretenden socavar la mejora de las relaciones bilaterales entre ambos países, se lee en la nota oficial.
Recientemente, Rusia y Turquía normalizaron sus relaciones después de que Ankara se disculpara por derribar un cazabombardero ruso modelo Sujoi Su-24, que provocó la muerte de su piloto, además de causar un congelamiento sin precedentes en los lazos bilaterales de estos dos países.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el mismo lunes que el asesinato del embajador ruso es una “provocación” para sabotear los lazos ruso-turcos. “El crimen cometido es sin duda una provocación que apunta a entorpecer la normalización de las relaciones ruso-turcas, así como el proceso de paz en Siria”, advirtió.
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