Una vez ahí, estos aviones militares serán objetos de inspecciones de preparación para el combate que tendrán lugar en los próximos días y valorarán la preparación de los diferentes sectores militares para actuar en caso de guerra y conflicto.
“Cazas y bombarderos, además de aviones de transporte militar y helicópteros de ataque realizarán vuelos desde 500 hasta 2500 kilómetros”, se lee en el comunicado difundido el domingo por el Ministerio de Defensa de Rusia.
Cazas y bombarderos, además de aviones de transporte militar y helicópteros de ataque realizarán vuelos desde 500 hasta 2500 kilómetros”, se lee en el comunicado difundido por el Ministerio de Defensa de Rusia.
Del mismo modo, un gran número de cazabombarderos Sujoi Su-34, los más modernos de este tipo de Rusia, fueron movidos a Crimea, donde tienen previsto también realizar vuelos de patrullaje sobre la zona, además de ser objeto de inspecciones de preparación para el combate.
Además, Rusia tiene planeado realizar este tipo de inspecciones también en su Armada, sus Fuerzas Aeroespaciales y en sus unidades de defensa misilística que incluyen los S-300 y S-400, entre otros.
Estas inspecciones, aseguró el embajador de Rusia ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Alexander Grushko, no son una medida para amenazar a la Alianza Atlántica y solamente son parte de inspecciones rutinarias de Rusia a sus fuerzas militares.
En esta ocasión también, como casi otras veces que Rusia ha realizado inspecciones de este tipo, la Alianza Atlántica ha calificado dicha medida como amenazas y medidas provocativas y ha pedido su freno.
“Estas [inspecciones] no amenazan a [nadie] de ningún modo. Debó recordar que la OTAN está al tanto de esta rutina. Para nuestro país, con su tamaño, es una de las vías más óptimas para mantener la preparación combativa de nuestro Ejército”, dijo Grushko.
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