"Los servicios de seguridad detuvieron el 7 de febrero de 2016 en Ekaterimburgo a siete (...) ciudadanos de Rusia y (países de) Asia central miembros de EI, que preparaban atentados terroristas con artefactos explosivos en Moscú, San Petersburgo y la región de Sverdlovsk (Urales)", ha indicado este lunes el servicio de Inteligencia ruso (FSB, por sus siglas en inglés).
En el domicilio de los arrestados se descubrieron un laboratorio de fabricación de artefactos explosivos, detonadores, armas de fuego, granadas y textos de índole extremista.
Según la agencia de Inteligencia rusa, los jefes de esta célula terrorista habrían llegado al territorio ruso procedentes de Turquía y todos preveían viajar a Siria, una vez cometidos los atentados.
El pasado diciembre de 2015, este organismo también detuvo a otros seis terroristas en posesión de varios artefactos explosivos listos para ser usados.
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