Este martes se ha celebrado en Teherán, la capital de Irán, la segunda audiencia de la nueva ronda del macrojuicio contra 104 miembros de la organización terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), incluyendo a sus dos fundadores y una entidad jurídica del colectivo antiraní.
Al intervenir en la corte, el juez del caso, el hoyatolaislam Amir Reza Dehghani Nia ha subrayado que acoger a miembros del grupo terrorista y contrarrevolucionario Muyahidín Jalq constituye un delito, según los convenios internacionales de lucha contra el terrorismo.
El magistrado ha hecho un llamamiento a los países occidentales, como Francia, que albergan a los miembros del grupo terrorista, a cooperar con las organizaciones internacionales para procesar a los acusados.
Asimismo, ha aconsejado a los países que reconsideren la posibilidad de acoger a personas acusadas de terrorismo o aquellas que hayan cometido crímenes de lesa humanidad.
En esta línea, ha pedido al pueblo de Albania, que alberga a miembros del MKO, que obligue a su gobierno a extraditar a los terroristas a Irán.
Entre las acusaciones contra los miembros de Muyahidín Jalq se encuentran los delitos de asesinato, casos de espionaje, suministro de información y secretos del país a agentes extranjeros, además de atacar con misiles a instituciones gubernamentales y residenciales, entre otros.
El MKO tiene las manos manchadas con la sangre de más de 17 000 civiles y autoridades iraníes tras la Revolución Islámica (1979). La organización terrorista también luchó en las filas del ejército del exdictador iraquí Sadam Husein durante los ocho años de guerra impuesta contra Irán (1980-88).
Esta organización salió de la lista de los organismos terroristas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en 2009 y 2012, respectivamente.
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