“Como enfatizó el Líder de la Revolución Islámica (el ayatolá Seyed Ali Jamenei), este hecho es un incidente conspirativo y peligroso, y el apoyo del Gobierno sueco a este acto criminal, está adoptando la forma de guerra contra el mundo islámico”, ha subrayado este sábado el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, durante una reunión con los jefes de los tres poderes del país.
Al considerar insuficiente la emisión de una declaración condenando la blasfemia contra el sagrado Corán por parte del Gobierno sueco, Raisi ha instado a Estocolmo a llevar a los perpetradores de la profanación ante la justicia.
El mandatario iraní, ha asegurado que, como ya se ha anunciado, debido a la reiterada blasfemia contra el libro sagrado de los musulmanes, que es respetado y honrado por todos los seguidores de las religiones divinas, Teherán no recibirá al nuevo embajador sueco, cuya llegada estaba prevista para los próximos días, y tampoco enviará a un nuevo embajador al país escandinavo.
Por su parte, el Líder iraní, ha pedido el castigo más severo para el autor de la blasfemia contra el Corán en Suecia, mientras que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) ha advertido que los fieles musulmanes pronto se vengarán de los autores de la profanación del Corán y de quienes fomentan la islamofobia.
Salwan Momika, un migrante iraquí refugiado en Suecia, prendió el jueves fuego a un ejemplar del Corán en Estocolmo bajo protección policial; semanas después, obtuvo el visto bueno de las autoridades suecas para hacer lo mismo frente a la mayor mezquita de la capital sueca.
Los atroces actos suscitaron una ola de condenas en la comunidad musulmana. En reacciones recientes, Irán convocó al embajador sueco en Teherán y envió una nota de protesta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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