Durante una llamada telefónica con el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, este lunes, Al-Kazemi ha destacado el papel importante de la República Islámica tanto a nivel regional como global y enfatizado que continuará sus esfuerzos para aumentar la cooperación en la zona.
A su vez, Raisi ha destacado los esfuerzos del Gobierno de Bagdad para mejorar el clima político de la región, abogando por implementar los acuerdos alcanzados entre los países, en este sentido.
Además, se ha referido a la tensión política que vive Irak y subrayado la necesidad de mantener la unidad en el país. Ha indicado que todas las principales corrientes políticas de Irak deben ponerse de acuerdo, a través del diálogo y la interacción, para encontrar la mejor salida a los problemas políticos existentes.
Por otro lado, el jefe del Gobierno iraní ha pedido la cooperación de Bagdad para facilitar el movimiento de los peregrinos iraníes a Irak a fin de realizar los rituales de Arbain, el día cuarenta después del martirio del tercer Imam de los chiíes, el Imam Husein (la paz sea con él). Arbaín puede considerarse la mayor congregación religiosa anual en el mundo, en la cual la mayoría de los participantes recorren a pie el camino de casi 80 kilómetros, durante varios días, entre las ciudades iraquíes de Nayaf y Karbala.
En este contexto, Al-Kazemi ha dicho que seguirá personalmente el caso relacionado con la presencia de peregrinos iraníes en la ceremonia de Arbaín.
Teherán y Bagdad mantienen nexos amistosos y estratégicos en diferentes campos, como la economía, la medicina, la industria y el turismo.
Es más, ambos países tienen una excelente cooperación en la lucha antiterrorista. El gran apoyo de Irán a Irak en el combate contra el grupo terrorista Daesh ha sido agradecido en múltiples ocasiones por las autoridades iraquíes, que dicen que el papel de Irán en la lucha contra el Daesh “impidió la caída de Bagdad” (capital iraquí).
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