Pretextando lo que ha dado en llamar “abusos de los derechos humanos”, la UE añadió el lunes a otras personas y entidades iraníes a su lista de sanciones, y extendió sus embargos emitidos contra el país persa un año más.
Este martes, la Cancillería de Irán ha convocado al embajador de Portugal en Teherán (capital iraní), Carlos Costa Neves, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE, para expresar la enérgica protesta del país persa ante la medida “ilegal” del bloque comunitario.
El director general del Departamento de Europa Occidental de la Cancillería de Irán ha condenado la medida “por basarse en el enfoque politizado y selectivo de la UE sobre cuestiones de los derechos humanos”.
Asimismo, se ha hecho eco de las anteriores declaraciones del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Said Jatibzade, resaltando que Teherán está considerando dictar sanciones recíprocas.
De igual modo, ha recordado la alerta lanzada por Irán para suspender las negociaciones con la UE relacionadas con los derechos humanos, así como las cooperaciones bilaterales, en concreto, todo lo relacionado con asuntos como terrorismo, estupefacientes y refugiados.
Por su parte, Costa Neves ha asegurado que transmitirá la protesta de las autoridades iraníes a Bruselas.
Teherán rechaza el “doble rasero” de algunos miembros de la UE respecto a los derechos humanos en el país persa, repudiando la indiferencia del bloque comunitario a las flagrantes violaciones de los derechos humanos en las que incurren sus Gobiernos y aliados.
Irán acusa, además, a la UE de hacer la vista gorda ante el terrorismo económico de Washington contra el pueblo iraní, y así convertirse en sus socios, en lugar de condenar las sanciones ilegales e inhumanas del país norteamericano.
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