“Estas acusaciones también buscan encubrir los crímenes de guerra saudíes en Yemen, con la complicidad de EE.UU. y desviar la atención internacional y regional de la estancada guerra de agresión contra los yemeníes”, denuncia este jueves en un comunicado la representación de Irán en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El comunicado se produce en respuesta a las infundadas acusaciones contra Irán que ha pronunciado momentos antes la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, quien ha alegado que un misil lanzado desde Yemen contra Arabia Saudí el 4 de noviembre era de fabricación iraní.
La misión iraní ante la ONU ha tachado de “irresponsable, provocativo y destructivo” el alegato formulado por la representante estadounidense, que ha mostrado, desde la base militar conjunta de Anacostia en Washington, lo que según ella son los restos de un misil iraní disparado desde Yemen a Arabia Saudí. Irán ha denunciado que se trata de una ‘fabricación’ el armamento expuesto.
Estas acusaciones también buscan encubrir los crímenes de guerra saudíes en Yemen, con la complicidad de EE.UU. y desviar la atención internacional y regional de la estancada guerra de agresión contra los yemeníes”, denuncia la representación de Irán en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Haley, además ha anunciado que Estados Unidos trabajará para construir una coalición internacional para “hacer retroceder” a Irán. “Nos verán construir una coalición para realmente hacer retroceder a Irán y lo que están haciendo”, ha afirmado la diplomática en la rueda de prensa.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, confirmó el lunes en un informe que expertos de la organización que dirige no han encontrado prueba alguna que confirme la involucración de la República Islámica de Irán en dicho ataque.
Arabia Saudí desde un principio insistió sin pruebas que el misil lanzado por las fuerzas yemeníes contra el aeropuerto de Riad —en respuesta a la campaña aérea saudí contra Yemen— era de fabricación iraní, alegato que repitió la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, y que Irán ha rechazado en todo momento.
La revista estadounidense Foreign Policy (FP) incluso publicó un informe que revelaba cómo EE.UU. apunta el dedo acusador contra Irán para desviar la atención de las atrocidades que está cometiendo Arabia Saudí en Yemen.
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