• Hombres afganos llevan a un herido en una camilla en un hospital después de un ataque suicida contra una mezquita en Herat, 1 de agosto de 2017.
Publicada: miércoles, 9 de agosto de 2017 14:51

Irán condena un letal ataque terrorista a un pueblo de mayoría chií de Afganistán, y pide unidad entre los afganos frente a tales ‘actos sectarios’.

Más de 60 personas, entre ellos mujeres y niños, fueron brutalmente asesinadas el sábado por terroristas en el pueblo chií de Mirza Olang, en la provincia septentrional afgana de Sar-e-Pol, donde más de 150 familias fueron además tomadas como rehenes.

El portavoz de la gobernación provincial, Zabiolá Amani, ha informado de la alianza entre dos grupos rivales, los insurgentes talibanes y el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), para atacar el pasado jueves conjuntamente la aldea, que consiguieron capturar el sábado, día en que ocurrió la matanza.

El vocero de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, se ha solidarizado hoy miércoles con los allegados de las víctimas de este crimen “brutal e inhumano”, y ha instado a toda la nación afgana a unirse contra “las acciones divisivas y sectarias organizadas por los grupos terroristas”.

El diplomático persa ha advertido además sobre “la eterna hostilidad de los malvados enemigos del oprimido pueblo afgano”, y ha pedido a la nación y al Gobierno de Afganistán que sean más conscientes de todos los complots para socavar la seguridad y estabilidad de su país.

Otro alto funcionario persa que ha condenado la carnicería de Mirza Olang es Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, que ha asegurado que no se pondrá fin a la brutalidad de los grupos extremistas sin “una voluntad seria y la colaboración de los países vecinos para combatir el terrorismo”.

 

Shamjani ha responsabilizado a EE.UU. y sus aliados occidentales del brote de inseguridad en la región y ha reafirmado el compromiso de la República Islámica a impulsar la cooperación intrarregional para restaurar la seguridad y la estabilidad en toda la zona.

En 2001, Washington y sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) invadieron Afganistán so pretexto de luchar contra el terrorismo. La misión no solo no logró derrocar a Talibán, sino que ha provocado la aparición del grupo terrorista EIIL en el país centroasiático.

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