"Las infundadas alegaciones del ministro saudí de Asuntos Exteriores son resultado de los fuertes y consecutivos fracasos que ha sufrido Riad en el conflicto de Yemen”, ha manifestado este viernes el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
"El Ejército y las fuerzas populares yemeníes no tienen ni necesitan ayuda extranjera", ha aseverado el vocero persa, para después destacar que el régimen saudí con esas acusaciones, trata de proyectar sus derrotas en Yemen y cambiar las realidades existentes.
Las infundadas alegaciones del ministro saudí de Asuntos Exteriores son resultado de los fuertes y consecutivos fracasos que ha sufrido Riad en el conflicto de Yemen”, ha manifestado el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
Además, ha resaltado que tarde o temprano las autoridades saudíes serán juzgadas por sus "crímenes de lesa humanidad" cometidos en Yemen durante los últimos dos años y estas medidas no minimizarán sus crímenes contra el pueblo indefenso de este país árabe.
"La República Islámica de Irán siempre ha desempeñado un papel positivo y constructivo en la lucha contra el terrorismo y no necesita interferir en los asuntos de los países musulmanes de la región", ha agregado Qasemi.
Asimismo, ha instado al canciller saudí y otros gobernantes de Riad a cambiar sus inútiles medidas para acusar a Irán en los conflictos regionales.
Las declaraciones del portavoz persa se producen un día después de que el jefe de la Diplomacia saudí en una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres en Nueva York (EE.UU.) acusó a Irán de interferir en los asuntos internos de otros países de la región, en particular en Yemen, y suministrar armas a los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá.
Cabe recordar que Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen en marzo de 2015 en un intento por eliminar de la ecuación a Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad. Una agresión militar que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha dejado unos 10 mil muertos.
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