Acogido por cientos de miles de personas congregadas en la Universidad de Teherán y las zonas aledañas, el Líder ha rezado por el alma del ayatolá Rafsanyani.
El presidente iraní, Hasan Rohani; el presidente del Parlamento, Ali Lariyani; y el presidente del Poder Judicial iraní, el ayatolá Sadeq Amoli Lariyani; entre otras altas autoridades y personalidades iraníes participan en la ceremonia.
La ceremonia está marcada por la participación de personalidades y delegaciones extranjeras, incluidos una comitiva representativa del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el presidente de la Asamblea Suprema Islámica de Irak, Seyed Amar Hakim, entre otros.
Los cientos de miles de iraníes enlutados por la pérdida de este gran peso político de la República Islámica de Irán han expresado su apoyo al Líder y a la unidad del país.
El cortejo fúnebre en homenaje al ayatolá Rafsanyani recorre varias calles de Teherán, capital persa, y concluirá su recorrido en el mausoleo del fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (la paz sea con él), al sur de la ciudad, donde será enterrado su cuerpo.
La muerte del ayatolá Hashemi Rafsanyani es un vacío irrecuperable para la Revolución Islámica de Irán. Esta gran figura formaba parte de la primera generación de los combatientes revolucionarios del país.
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