“La República Islámica siempre ha atendido y atenderá la seguridad de Afganistán y aboga por el desarrollo de este país en todos campos”, ha señalado el ayatolá Jamenei en un encuentro mantenido este lunes con el presidente afgano, Ashraf Gani, en Teherán, capital de Irán.
Asimismo ha destacado que, a diferencia de algunos países, como Estado Unidos y el Reino Unido, la República Islámica de Irán siempre ha tratado al pueblo afgano con respeto, fraternidad y hospitalidad.
La República Islámica siempre ha atendido y atenderá la seguridad de Afganistán y aboga por el desarrollo de este país en todos campos”, afirma el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El Líder iraní ha resaltado las muchas características religiosas, culturales e históricas que tienen en común las dos naciones vecinas y ha puesto a disposición la ayuda técnica y de ingeniería de Irán para que Afganistán pueda aprovechar de sus recursos nacionales.
Durante esta visita, el jefe del Estado afgano ha expresado su beneplácito por las negociaciones mantenidas en Irán, en especial, el acuerdo firmado, según el cual, se creará una ruta de tránsito que conectará su país con La India a través de la ciudad de Chabahar, localizada en el sureste del país persa.
“Nosotros le agradecemos su mirada positiva a Afganistán y también la hospitalidad de la nación persa. Esperamos que los diálogos de Teherán preparen el camino para la ampliación de las relaciones bilaterales”, ha manifestado Ashraf Gani.
El mandatario afgano ha llegado este lunes a Teherán para firmar un pacto tripartito entre Irán, La India y Afganistán sobre el desarrollo del puerto de tránsito de la ciudad de Chabahar. El proyecto facilita las actividades comerciales de los tres países, a través de vías marítimas y terrestres a Asia Central y más allá.
Irán es uno de los donantes más importantes de Afganistán y hace todo lo posible para ayudar la reconstrucción del país devastado por la guerra.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán, como parte de la llamada guerra contra el terrorismo. La ofensiva apartó del poder a los insurgentes de Talibán, pero la inseguridad, pese a la presencia de soldados extranjeros, sigue haciendo estragos en todo el territorio.
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