“Los recientes ejercicios militares de las fuerzas armadas de la República Islámica de Irán, y las armas utilizadas en ellos no infringe los compromisos de Irán respecto al JCPOA (siglas en inglés del Plan Integral de Acción Conjunta, como se conoce el pacto nuclear Irán-G5+1), ni incluso quebranta la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU)”, ha subrayado este jueves el portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari.
Con estas palabras el diplomático iraní ha respondido a informes de algunos medios de comunicación occidentales que acusaban a Teherán de violar el pacto nuclear o la mencionada resolución del CSNU con efectuar varios test de misiles balísticos durante sus últimos ensayos militares.
Las armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, no tienen cabida en la ideología de la República Islámica de Irán, ni en su doctrina de defensa. Todos los misiles iraníes de corto, medio y largo alcance, incluidos los balísticos probados en las maniobras, son armas convencionales para defensa legítima, y ninguno de ellos fue diseñado para portar cabezas nucleares", ha dicho el portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari.
"Las armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, no tienen cabida en la ideología de la República Islámica de Irán, ni en su doctrina de defensa. Todos los misiles iraníes de corto, medio y largo alcance, incluidos los balísticos probados en las maniobras, son armas convencionales para defensa legítima, y ninguno de ellos fue diseñado para portar cabezas nucleares", ha agregado.
Yaber Ansari ha asegurado que Irán “seguirá tomando las medidas necesarias para reforzar sus capacidades de defensa a fin de proteger su soberanía, su independencia y su integridad territorial ante cualquiera posible agresión y en la lucha contra las amenazas terroristas en la región”.
Ha recordado que aunque la República Islámica jamás ha atentado contra un país hará frente con plena contundencia ante cualquiera mínima agresión, y nunca negociará con nadie sobre su seguridad y sus capacidades de defensa.
El miércoles, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) disparó dos misiles de largo alcance modelos ‘Qadr H’ y ‘Qadr F’ desde la cordillera de Alborz, en el norte de Irán, hacia los objetivos marcados en las orillas del mar de Omán (sureste), recorriendo así una distancia de unos 1400 kilómetros para alcanzar sus objetivos como parte de la fase final de los ejercicios con misiles, bautizados como ‘Eqtedare Velayat’.
Esta maniobra militar es la primera del CGRI tras la aplicación del JCPOA, acordado en julio de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
El levantamiento de las sanciones antiraníes relacionadas al programa de energía nuclear de Irán es el resultado de dicho consenso nuclear, pero algunos Estados occidentales siguen presionando al país persa por su poderío defensivo, algo “intocable”, según las autoridades iraníes.
Teherán ha asegurado en reiteradas ocasiones que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión y que las pruebas de misiles balísticos no suponen violaciones a ninguna de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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