Estas imputaciones se basan en pruebas de unos polémicos audios entre el exasesor presidencial, Vladimiro Montesinos, y el exmilitar Pedro Rejas, donde además se planteaba provocar una intervención de EE.UU. en la disputa electoral entre Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo.
En estas conversaciones, Montesinos, el antiguo “hombre fuerte” del Gobierno del padre de Keiko, Alberto Fujimori, planteó sobornar con tres millones de dólares a los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones para que proclamaran a Keiko como ganadora del balotaje del 6 de junio. Por su parte, la propia Keiko lo rechaza todo.
La lidereza de Fuerza Popular, además, tachó de "show" las diligencias del fiscal anticorrupción y pidió que sea excluido de la investigación.
Las nuevas acusaciones contra Keiko se producen mientras es investigada también por financiación irregular en sus campañas presidenciales de los años 2011 y 2016. Ahora, el fiscal insiste en que Fuerza Popular habría seguido lavando activos en la campaña de las últimas elecciones, de las que aún las autoridades electorales no han confirmado la victoria de Castillo.
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