"Si todo esto es cierto, es una gran vergüenza, una traición al Perú y una falta de respeto a sus colegas que tanto nos esforzamos en hacer un buen gobierno", denunció el domingo el jefe de Estado de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, en entrevista con W Radio de Colombia.
Kuczynski explicó que Toledo, acusado de recibir unos 20 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, debe volver a Perú para responder ante la justicia por corrupción.
Si todo esto es cierto, es una gran vergüenza, una traición al Perú y una falta de respeto a sus colegas que tanto nos esforzamos en hacer un buen gobierno", denunció el jefe de Estado de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
No obstante, recordemos que el propio Kuczynski fue primer ministro y titular de Economía durante la gestión de Toledo (2001-2006), al igual que varios de los actuales ministros en el gobierno.
En su defensa Kuczynski argumenta que, si bien él mismo formó parte del gobierno de Toledo, no tuvo conocimiento del pago de sobornos por dicha empresa y niega que en su Gobierno haya alguien implicado en el caso de Odebrecht.
La esposa de Toledo, Elianne Karp, en respuesta a las declaraciones de Kuczynski, le advierte de que no la haga hablar porque ella sabe lo que hizo. "¡Qué vergüenza PPK (las iniciales de Kuczynski) tú que tantos negocios y lobbies has hecho!", escribió Elianne Karp en su cuenta de Facebook.
De acuerdo con documentos del Tribunal del Distrito Occidental de Nueva York publicados en diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de EE.UU., la constructora brasileña Odebrecht pagó alrededor de 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, incluidos Angola, Argentina, Panamá, Brasil y Colombia.
En Perú, Odebrecht pagó 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios entre 2005 y 2014: años que comprenden los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
Anteriormente, otro informe publicado por el diario brasileño Folha de Sao Paulo reveló que Odebrecht entregó tres millones de dólares para financiar la campaña del expresidente Ollanta Humala en Perú, en 2011.
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