HAMAS ha enfatizado en una comunicada publicada el sábado que los Estados árabes e islámicos disponen de mecanismos de presión eficaces que podrían emplear para ejercer influencia sobre Estados Unidos y sus aliados, pero hasta el momento no los han utilizado.
“Formulamos una petición explícita a los gobiernos árabes e islámicos para que cumplan con su deber y pongan fin a esta masacre y al hambre que azotan Gaza”, ha declarado el movimiento palestino.
El movimiento de HAMAS ha puesto de manifiesto que “los países árabes deben romper relaciones políticas y diplomáticas con el enemigo y expulsar a sus embajadores”.
El régimen sionista continúa con sus ataques diarios, los cuales tienen como principales víctimas a civiles, especialmente mujeres y niños. Asimismo, impide la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, ha clausurado todos los pasos fronterizos y mantiene la región bajo un cerco total.
El genocidio israelí en curso provoca un panorama cada vez más precario para la población de Gaza, que ha perdido desde octubre de 2023 a más de 52 495 personas debido a los ataques de las fuerzas sionistas. De igual manera, una cifra superior a los 118 366 palestinos han resultado heridos. Y ahora, el pueblo gazatí enfrenta una amenaza aún mayor: una hambruna inminente que podría causar la muerte de la población entera, siendo los grupos más vulnerables —los niños y los ancianos—.
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