Las principales congregaciones se dieron frente a la sede del parlamento israelí, donde según cálculos conservadores, unas 100 000 personas llegaron hasta allí tras una marcha de cuatro días desde Tel Aviv.
Los datos de las manifestaciones, elaborados por Crowd Solutions, fueron divulgados por el diario local “The Times of Israel” y reflejan que en la jornada de este sábado las principales calles de los territorios ocupados se colmaron de israelíes exigiendo al primer ministro Benjamín Netanyahu paralizar la tramitación de la reforma judicial.
Además, durante la jornada, más de 11 000 reservistas anunciaron el cese de su servicio militar en protesta por la polémica iniciativa.
Mientras, comenzaron la instalación de tiendas de campaña en las áreas que ocupa el parque Saker, a pocos pasos de la sede del parlamento, acción organizada por los convocantes de las protestas y que aseguran no se desmantelará hasta que sea retirada la reforma judicial.
En tanto, en la calle Kaplan de Tel Aviv, epicentro de las protestas semanales desde hace 29 semanas, se congregaron al menos 220 000 personas. En Haifa se cuentan unos 45 000 manifestantes y otros 30 000 más en Netanya.
El primer ministro israelí se reunió con los diputados de la coalición y subrayó la postura previa: si no se logra un acuerdo de consenso con la oposición, el lunes próximo se aprobará, según lo previsto, la primera ley de la reforma judicial, que limita la capacidad de los tribunales de restringir y cuestionar las iniciativas y decisiones del poder ejecutivo, según el Canal 12.
La misma fuente señaló que Netanyahu no estaría dispuesto a acceder a la propuesta del ministro de guerra, Yoav Gallant, de aplazar el receso estival del parlamento a fin de dar más tiempo para lograr un acuerdo.
Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, del partido centrista Yesh Atid, remarcó durante un acto en Moddin que el gabinete de Netanyahu tendrá que elegir entre la ley que se aprobará previsiblemente el lunes y las fuerzas armadas israelíes.
ynr/ncl/rba
