El sitio alberga los restos de algunos compañeros del profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él) y destacados intelectuales.
Durante muchos años, Israel ha estado atacando a este cementerio”, critica La Liga Árabe (LA) en un comunicado.
La medida forma parte de la política israelí para acelerar el proceso de la judaización y la profanación de los sitios islámicos de la localidad.
La Liga Árabe (LA), en un comunicado describió el lunes la construcción israelí como un “crimen horrible”. “Durante muchos años, Israel ha estado atacando a este cementerio”, expresó así su rechazo.
También advirtió de las graves consecuencias de la profanación del régimen sionista contra los lugares santos de musulmanes y cristianos en el este de Al-Quds.
Varios grupos religiosos, por su parte, han urgido a los países musulmanes y al pueblo palestino a unir sus esfuerzos para frenar la profanación del cementerio, considerado como más antiguo y más grande de Palestina.
Los entierros se hacían hasta 1948, fecha de la creación del régimen ilegítimo de Israel en los territorios ocupados. Más tarde, los israelíes confiscaron el sitio y lo convirtieron en un parque público.
No es la primera vez que el régimen israelí adopta políticas expansionistas y de provocación contra la ciudad sagrada del Islam.
En febrero, la alcaldía de Jerusalén asignó 300 millones de shekels (unos 78 millones de dólares) para nuevos proyectos de construcción en un periodo de cinco años en Al-Quds.
Con el pretexto de renovar la ciudad y hacerla más atractiva para los turistas, el régimen israelí busca la judaización demográfica y cultural de esa ciudad.
El alcalde israelí de la localidad, Nir Barkat, anunció en febrero pasado la decisión del gabinete israelí para dedicar más de un mil millones de dólares para judaizar Al-Quds.
Todas estas decisiones violan flagrantemente la Convención de Ginebra, que prohíbe al régimen de Tel Aviv construir o demoler casas o estructuras en los territorios ocupados.
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