Kósovo y el régimen de Israel formalizaron el lunes el establecimiento de relaciones bilaterales. Como parte del acuerdo, Kósovo accedió a abrir una embajada en Al-Quds (Jerusalén), en contra del consenso global de no reconocer a dicha urbe como la capital de Israel.
En reacción, Peter Stano, portavoz de la Comisión Europea (CE), ha denunciado este martes la decisión de Pristina, enfatizando que “no hay ningún Estado miembro de la UE con una embajada en Jerusalén”.
“Cualquier medida diplomática que pueda poner en tela de juicio la posición común de la UE sobre Jerusalén es motivo de gran preocupación y pesar”, ha advertido.
De igual modo, ha agregado que el bloque comunitario tiene un compromiso con la resolución de dos Estados al conflicto palestino-israelí a través del diálogo.
Por todo ello, se ha manifestado esperanzado de que Kósovo cumpla con la posición de la UE, advirtiendo que, de lo contrario, podría poner en peligro su adhesión al bloque.
De hecho, Kósovo, que declaró su independencia de forma unilateral en febrero de 2008, es un candidato potencial a la adhesión a la UE y en esta vía afronta desafíos, el más grande de los cuales sería que varios Estados del bloque lo reconocen como país.
Mientras a la UE no le ha convenido el acuerdo en cuestión, la nueva Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, lo celebró, afirmando que “los lazos internacionales más profundos ayudan a promover la paz y la estabilidad en los Balcanes y Oriente Medio”, conforme tuiteó el portavoz del Departamento estadounidense de Estado, Ned Price.
El pacto entre el régimen israelí y Kósovo fue anunciado por primera vez en septiembre de 2020 por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, bajo cuyo mandato Washington inauguró oficialmente su embajada en la ciudad palestina de Al-Quds en mayo de 2018. EE.UU. medió, asimismo, en la normalización de lazos de Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Sudán con Israel.
Palestina ha advertido que todo acercamiento al régimen de Tel Aviv supone aceptar los crímenes israelíes. Además, ha prometido adoptar medidas, incluso la ruptura total de relaciones diplomáticas, con los países que trasladen sus embajadas a Al-Quds.
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