• Los cancilleres de los países miembros de la Liga Árabe (LA) y su secretario general se reúnen en Jordania, 6 de enero de 2018.
Publicada: sábado, 6 de enero de 2018 18:53

La Liga Árabe (LA) insiste en que Al-Quds (Jerusalén) es la capital del Estado de Palestina y condena la decisión de EE.UU. de reconocer esta ciudad como “capital” de Israel, además promete contrarrestar las consecuencias de dicha medida.

“La invalidez de la decisión (estadounidense) de reconocer Jerusalén como capital de Israel y el hecho de que no tiene ninguna consecuencia jurídica”, fue la meta de una reunión de urgencia celebrada hoy sábado en Jordania, según el canciller jordano Ayman al-Safadi.

En una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la Liga, Ahmed Aboul Gheit, el alto diplomático jordano ha destacado que la LA trata de “garantizar que ningún otro Estado tome la decisión de reconocer a Jerusalén como capital israelí o trasladar su embajada a Jerusalén”.

Además, ha destacado la insistencia de este ente en que el mundo reconozca el Estado palestino: “Hemos acordado lanzar un amplio movimiento con la comunidad mundial con el objetivo de obtener una amplia actitud política internacional en apoyo de un estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital”.

La invalidez de la decisión (estadounidense) de reconocer Jerusalén como capital de Israel y el hecho de que no tiene ninguna consecuencia jurídica”, fue el objetivo de una reunión de urgencia celebrada en Jordania, según dice su canciller, Ayman al-Safadi.

 

Aboul Gheit, por su parte, insiste en que la comunidad internacional debe aceptar un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, respetando así las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al respecto.

Estas resoluciones, ha recordado el jefe de la Liga Árabe, no permiten trasladar sedes diplomáticas extranjeras a Al-Quds, ni tampoco reconocer esta ciudad como capital de israelí, como desea EE.UU.

La controvertida decisión de Estados Unidos sobre Al-Quds, presentada el pasado seis de diciembre por el presidente norteamericano, Donald Trump, provocó la indignación mundial y protestas incluso de sus aliados más cercanos europeos, también protestas en Palestina, que se saldaron con un número de muertos.

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