Dicha resolución, que fue presentada por Egipto, será puesta a votación este lunes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y estipula que cualquier decisión o acción que pretenda alterar el carácter, el estatus o la composición demográfica de Al-Quds (Jerusalén) “no tiene efecto legal, es nula y debe ser rescindida”.
En caso de que la resolución sea vetada, se podrá recurrir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) por disposición de la resolución 377A (aprobada el 3 de noviembre de 1950), que le permite a la Asamblea General de la ONU poner a votación y adoptar medidas, si el Consejo de Seguridad no lo hiciera debido al voto negativo de uno de sus miembros permanentes.
En esta línea, el representante palestino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad Mansur, ha recordado que en los años 1990 los palestinos recurrieron a esta resolución ante las construcciones de asentamientos ilegales israelíes en una zona al sur de Jerusalén, en la Cisjordania ocupada, pero dicha sesión se dejó en suspenso, por lo que ahora los palestinos pedirían su reanudación.
Si la resolución es vetada, la delegación palestina puede enviar una carta al secretario general de la ONU y pedirle que reanude la sesión de emergencia”, dice el representante palestino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad Mansur.
“Si la resolución es vetada, la delegación palestina puede enviar una carta al secretario general de la ONU y pedirle que reanude la sesión de emergencia”, ha dicho el diplomático palestino.
La controvertida decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Al-Quds ha revertido décadas de negociaciones que EE.UU. había realizado con cautela para no poner en peligro los esfuerzos de paz en Oriente Medio, poniendo ahora a la Casa Blanca en el blanco de las más duras críticas tanto de sus socios y amigos como de sus adversarios.
De todos los lados, advierten de las “peligrosas” consecuencias que conllevará la decisión de Trump: la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas, Turquía, Irak, El Líbano, Irán, Jordania, varios países latinoamericanos, entre otros, han condenado la iniciativa del magnate republicano, mientras que 14 de los 15 miembros permanentes del CSNU han rechazado la medida.
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