• El presidente palestino, Mahmud Abás, habla durante una sesión de la AGNU, 20 de septiembre de 2017.
Publicada: lunes, 11 de diciembre de 2017 23:04
Actualizada: martes, 12 de diciembre de 2017 20:40

El presidente palestino, Mahmud Abás, hace hincapié en que la ocupada ciudad de Al-Quds (Jerusalén) es la capital eterna de Palestina.

A través de un mensaje, leído este lunes por el canciller palestino, Riad al-Maliki, en la inauguración de la sesión extraordinaria del Parlamento Árabe en El Cairo (capital egipcia), Abás ha vuelto a condenar la decisión de EE.UU. de reconocer Al-Quds como la capital del régimen israelí.

“Al-Quds es la capital eterna de Palestina”, ha recalcado Abás, además de precisar que la ciudad santa resistirá ante cualquier intento para eliminar su identidad y falsificar su historia.

Al mismo tiempo, ha considerado que la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre Al-Quds constituye una clara violación de los derechos de la nación palestina y busca torpedear el anhelo palestino de libertad e independencia.

Al-Quds es la capital eterna de Palestina (...) Esta decisión (de EE.UU. sobre Al-Quds) destruye deliberadamente los esfuerzos para hacer realidad la paz, y refuerza el extremismo”, enfatiza el presidente palestino, Mahmud Abás.

“Esta decisión destruye deliberadamente los esfuerzos para hacer realidad la paz, y refuerza el extremismo”, ha subrayado Abás, además de considerar tal medida en línea con las acciones racistas y coloniales del régimen israelí en los territorios ocupados palestinos.

Asimismo, el presidente palestino ha tachado de nula la medida de Trump y exige su revocación urgente ya que, aduce, amenaza la seguridad y estabilidad global, carece de legitimidad y viola de forma peligrosa las leyes y las resoluciones internacionales.

Sin embargo, ha alertado que oponerse a la medida estadounidense y considerarla nula no es suficiente sino que resulta imprescindible luchar contra la política de judaización y la guerra abierta contra la identidad de Palestina.

Desde que el inquilino de la Casa Blanca hiciera pública su decisión sobre Al-Quds y ordenara trasladar la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a esa urbe, casi todo el mundo se ha convertido en escenario de manifestaciones anti-EE.UU. y anti-Israel. Los líderes palestinos han convocado a una nueva Intifada para acabar con la ocupación de sus tierras.

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