Los países musulmanes, Rusia y hasta los países europeos, incluido su más cercano aliado, el Reino Unido, desaprueban tal acción.
Casi toda la comunidad internacional ha advertido de las consecuencias que puede tener tal decisión por parte de un presidente de EE.UU., así como el traslado a Al-Quds de la embajada estadounidense.
Rusia y Alemania alertan de que la intención de Donald Trump de dar este paso agravará el conflicto entre los palestinos y los israelíes, además de generar más inestabilidad en Oriente Medio.
El aliado numero uno de EE.UU., el Reino Unido, tampoco aprueba los planes de la Casa Blanca.
La polémica medida también tiene preocupado al Vaticano. El papa Francisco ha pedido que se respete el statu quo de Jerusalén, donde hay lugares sagrados para musulmanes, judíos y cristianos.
Trump anunciará oficialmente en unas horas su decisión, que podría romper con la política histórica de Estados Unidos, cerrando las puertas a una solución pacífica del conflicto palestino-israelí.
Las autoridades palestinas ya han advertido de que este paso supondría “el beso de la muerte” a la “solución de los dos Estados”.
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