Se trata de los puntos sellados este jueves entre el Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah) y el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), en El Cairo (capital de Egipto).
En virtud de esta reconciliación nacional, HAMAS entregará el “control total” de la Franja de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a partir del 1 de diciembre, y Al-Fatah implementará la iniciativa de un gobierno de unidad nacional palestina antes de las elecciones generales, que se celebrarían en el plazo de un año.
En una rueda de prensa el jefe de la delegación palestina, Azam al-Ahmad, ha indicado que ambas partes han acordado aplicar las medidas de seguridad que adopta el Gobierno del presidente de ANP, Mahmud Abás, —que también lidera Al-Fatah— tanto en la Cisjordania como en el enclave costero, “donde los guardianes palestinos se desplegarán en todas las fronteras”.
Al-Ahmad ha añadido que, según las órdenes de Abás, estos movimientos no volverían a los territorios palestinos ocupados por el régimen de Israel, a menos que finalicen un “acuerdo final que les permite poner de lado sus discrepancias… para lograr el sueño palestino, poner fin a la ocupación y tener un Estado de Palestina independiente y soberano con Al-Quds (Jerusalén) como capital”.
El líder de HAMAS, Ismail Haniya, por su parte, ha anunciado que los detalles del pacto en cuestión se hará público a la brevedad.
A mediados del pasado mes de septiembre, las autoridades de HAMAS aceptaron las condiciones de Al-Fatah, liderado por Abás en pro de una reconciliación que incluyen elecciones generales en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza.
Desde su llegada al poder en Gaza en 2007, HAMAS ha luchado en tres guerras lanzadas por el régimen de Israel contra este enclave costero, donde gobierna bajo un bloqueo israelí.
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