La huelga, encabezada por Marwan Barquzi, alto cargo de Al-Fatah, se celebra en solidaridad con los presos palestinos actualmente en las cárceles israelíes y se espera que de manera simultánea miles de palestinos salgan a las calles a manifestarse y expresar su apoyo al respecto.
"Cerca de un millón de palestinos han sido detenidos, torturados, humillados física y psicológicamente, y sometidos a condiciones duras y degradantes en las Bastillas del bárbaro colonialismo sionista", afirma Barquzi en una carta recogida por la agencia palestina de noticias Maan.
Cerca de un millón de palestinos han sido detenidos, torturados, humillados física y psicológicamente, y sometidos a condiciones duras y degradantes en las Bastillas del bárbaro colonialismo sionista", afirma el alto cargo de Al-Fatah, Marwan Barquzi.
Tanto en la huelga como en las manifestaciones participan integrantes, simpatizantes y presos de Al-Fatah, del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), del Partido del Pueblo Palestino (PPP) y del Frente Popular de la Lucha Palestina (PPSF).
Uno de los principales objetivos de esta huelga de hambre es poner fin a la detención administrativa y al régimen de aislamiento, y forzar la instalación de teléfonos públicos para los presos palestinos y una mejora de la situación de los presos palestinos en las cárceles israelíes.
El sábado, el Comité Palestino de Asuntos sobre Presos palestinos divulgó un comunicado en el que afirmaba que un millón de palestinos han sido detenidos por las fuerzas israelíes desde 1948, y 210 han muerto como resultado de "exterminios extrajudiciales" y "negligencia deliberada bajo tortura".
Por su parte las autoridades israelíes han criticado la medida y dado órdenes a los responsables de las cárceles para contener la huelga de hambre. También han puesto a la policía israelí en alerta debido a las manifestaciones.
"He instruido al Servicio de Prisiones para que actúe de cualquier forma posible para contener la huelga en las prisiones y a la Policía para que se prepare para ofrecer la ayuda necesaria ante cualquier escenario que pueda surgir", ha dicho el ministro de asuntos públicos del régimen de Israel, Gilad Erdan.
Actualmente, más de 7000 palestinos viven en condiciones infrahumanas en las prisiones israelíes, carentes de derechos tan elementales como agua, alimentos, atención médica, educación, visitas regulares y defensa jurídica, entre otros.
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