Ahmad Shubeir, de 17 años de edad, nació con una cardiopatía congénita en la asediada Franja de Gaza y fue operado 18 veces en hospitales israelíes, informó el martes el portal Web Midlle East Monitor.
La operación para reemplazar la válvula cardíaca de Ahmad fue aplazada varias veces hasta que finalmente se le pidió que se contactara con un agente del servicio de seguridad general de inteligencia israelí (Shabak) en el cruce de Eretz, el único paso fronterizo abierto para que los habitantes de Gaza ingresen a los territorios ocupados palestinos.
Durante la reunión, el agente israelí le advirtió a Ahmad que tenía que cooperar con las fuerzas de seguridad y espiar para el régimen de Tel Aviv si quería ser operado en los centros médicos israelíes.
Según el padre del menor palestino, el agente de inteligencia israelí solicitó a su hijo que identificara lugares específicos en Gaza para que le ayude a recibir la debida atención médica en un hospital israelí.
El agente israelí aseveró que si no proporcionaba la información requerida no se le permitiría cruzar la frontera, declaró.
A pesar de su estado crítico, Ahmad decidió quedarse en el enclave costero palestino incluso si significara firmar su propia muerte, añadió padre del paciente palestino. De vuelta a la Franja de Gaza, la salud de Ahmad se deterioró y, en enero, falleció.
Debido a la escasez de las facilidades médicas en las zonas palestinas, en particular la bloqueada Franja de Gaza desde 2007, los pacientes palestinos se ven obligados a viajar al extranjero o a los territorios ocupados, donde los agentes israelíes les ponen en una posición en la que deben elegir entre la muerte o convertirse en espías.
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