• El embajador israelí en la Unesco, Carmel Shama-Hacohen, lanzó una copia de la resolución antiisraelí del organismo a un cubo de basura que tenía un papel pegado con la palabra "historia", 26 de octubre de 2016.
Publicada: miércoles, 26 de octubre de 2016 23:03

Israel, más enojado que nunca por una segunda resolución antisraelí de la Unesco, ha llamado a consultas a su embajador en ese organismo internacional.

"El teatro del absurdo continúa, he decidido llamar a consultas a nuestro embajador ante la Unesco, y vamos a decidir qué hacer y cuáles serán los próximos pasos hacia esta organización", ha afirmado muy irritado el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.

Así ha reaccionado este miércoles el premier israelí a una resolución aprobada la misma jornada por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que vuelve a desvincular a los judíos de la Explanada de las Mezquitas en Al-Quds (Jerusalén).

Intentan convertir una cuestión sobre derechos en una sobre religión. Israel es la potencia ocupante en Jerusalén Este. La Unesco le pide que cesen sus reiteradas violaciones", ha dicho el adjunto al embajador palestino en la Unesco, Mounir Anastas.

Con 10 votos a favor, 2 en contra y 8 abstenciones, el texto expresa profunda preocupación del organismo sobre las obras de construcción y excavaciones arqueológicas de Israel en la ciudad vieja de Al-Quds.

El documento mantiene a la ciudad vieja de Al-Quds en la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro, critica la gestión de Israel y se refiere a la Explanada de las Mezquitas solo en su nombre árabe, el de Mezquita Al-Aqsa, y no como Monte del Templo, su denominación para los judíos.

La medida que ha desatado de nuevo la indignación del régimen de Israel, se ha tomado una semana después de que el Consejo Ejecutivo de la Unesco, formado por 58 países aprobó una resolución similar, la cual subraya que la Explanada es sagrada solo para los musulmanes.

 

En señal de protesta, el embajador israelí en la Unesco, Carmel Shama-Hacohen, ha lanzado esta mañana una copia del texto a un cubo de basura que tenía escrita la palabra "historia".

El adjunto al embajador palestino en la Unesco, Mounir Anastas, ha denunciado la medida de Shama-Hacohen, al que ha acusado de "intentar politizar el asunto de forma peligrosa".

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