“Ningún visado o permiso de residencia de cualquier tipo será otorgado a un individuo que no sea ciudadano israelí ni un residente permanente si éste, o la organización o institución en la que milita, hizo un llamamiento público a boicotear” al régimen israelí, ha anunciado el lunes el parlamento israelí.
De igual modo, ha indicado que el proyecto de la ley —aprobado con 46 votos a favor frente 28 votos en contra— incluirá también a las personas que se comprometen a tomar parte en las campañas de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), un movimiento que defiende un boicot mundial contra el régimen usurpador mientras este no se retire de los territorios palestinos.
Ningún visado o permiso de residencia de cualquier tipo será otorgado a un individuo que no sea ciudadano israelí ni un residente permanente si éste, o la organización o institución en la que milita, hizo un llamamiento público a boicotear” al régimen israelí, ha anunciado el parlamento israelí.
El boicot a los productos del régimen israelí se ha intensificado desde la agresión masiva de los israelíes a la Franja de Gaza en 2014, que dejó más de dos mil palestinos muertos además de unas 108.000 casas destruidas. Según el partido Iniciativa Nacional Palestina, el régimen de Tel Aviv perdió más de 31 mil millones de dólares en 2015 por el BDS, lo que ha provocado la reacción de los responsables israelíes.
Un portavoz del parlamento israelí, Bezalel Smotrich, ha defendido la medida al compararla con la controvertida prohibición de viajar del presidente estadounidense, Donald Trump. "Cada nación soberana debe establecer sus políticas de acuerdo con lo que es bueno para ella", indica.
No obstante, Tamar Zandberg, legisladora del partido israelí de izquierda Meretz, ha criticado ese decreto, al que ha catalogado como un acto “en contra de la libertad de expresión, que constituye censura política y que pretende silenciar a la gente”.
El diario israelí Haaretz considera que, tal y como está redactada, esta nueva ley abre la puerta a un posible uso de la normativa contra los palestinos que viven con el estatuto de residentes no permanentes.
El año pasado, las autoridades israelíes se negaron a renovar los documentos de viaje de uno de los fundadores del BDS, Omar Barghouti, nacido en Catar y originario de una familia palestina. El acto provocó la denuncia de varias organizaciones internacionales.
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