• El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, habla en la 71ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York, EE.UU., 22 de septiembre de 2016.
Publicada: jueves, 22 de septiembre de 2016 17:15
Actualizada: viernes, 23 de septiembre de 2016 21:45

El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, denuncia que la ONU empezara a trabajar como fuerza moral y se haya convertido en una ‘farsa moral’.

“La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó como una fuerza moral y se ha convertido en una farsa moral”, ha dicho hoy jueves Netanyahu en su discurso en la 71ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).

Luego de arremeter como nunca contra la actuación de la ONU en los casos referidos a Israel, el premier israelí ha criticado la aprobación de 20 resoluciones antisraelíes por las Naciones Unidas el año pasado, mientras que contra otros miembros solo se aprobaron tres.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó como una fuerza moral y se ha convertido en una farsa moral”, dice el premier israelí, Benyamin Netanyahu.

Netanyahu ha sostenido que “la guerra contra Israel en la ONU ha terminado”, antes de deplorar que continúe, a su juicio, en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, en inglés).

“Este circo prosigue en la Unesco, que acaba de negar el vínculo de 4000 años entre el pueblo judío y el Monte del Templo. ¡Es absurdo! Es como negar el vínculo entre el pueblo chino y la muralla china”, ha exclamado.

A este respecto, Netanyahu ha señalado que “cuanto antes termine la obsesión de las Naciones Unidas con Israel, mejor”, y se ha mostrado convencido del inicio de un proceso de cambio de actitud respecto a Israel, de manera que, en solo unos años, Israel “podrá aplaudir a Naciones Unidas”.

Israel tiene un gran futuro en la ONU. Sé que escuchar esto de mí debe de ser una sorpresa, porque año tras año he subido a este podio y he criticado duramente a la ONU por sus prejuicios contra Israel”, ha ironizado.

En este contexto, el premier israelí ha subrayado un “mayor cambio de comportamiento” respecto al régimen de Tel Aviv gracias a “los Estados de la región que reconocen que Israel no es su enemigo, sino un aliado y un socio potente”.  

 

Irán, sin embargo, ha sido resaltado como uno de los principales enemigos del régimen de Tel Aviv por el responsable israelí, que ha reiterado sus habituales acusaciones contra el país persa y ha indicado que Israel “no permitirá (…) que Irán desarrolle armas nucleares; ni ahora, ni en una década ni nunca”.

Tras insistir en la proximidad del logro de una paz sostenible con todos los vecinos, Netanyahu ha arremetido fuertemente contra los líderes palestinos y, muy específicamente, contra el presidente palestino, Mahmud Abás.

No obstante, el premier israelí ha solicitado a Abás que trabaje por la paz y acepte la "solución de dos estados" para acabar con el conflicto israelí-palestino, al tiempo que ha dejado claro que no aceptará que los términos de la solución “se dicten desde la ONU (…) El camino a la paz pasa por Jerusalén (Al-Quds) y Ramalá, no por Nueva York”, ha sentenciado.

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