Como indican los resultados de una investigación conjunta de New York Times y Al-Jazeera, agentes del Departamento General de Inteligencia de Jordania (GID, por sus siglas en inglés) han robando y contrabandeado las armas proporcionadas por EE.UU. y Arabia Saudí para los rebeldes sirios entrenados en suelo jordano.
Luego de mencionar los planes de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés) para entrenar a opositores al Gobierno de Siria, el informe recuerda que desde 2013, Washington y Riad envían armas, incluidos rifles de asalto, lanzacohetes antitanques RPG y morteros, a Jordania para su posterior reparto entre elementos rebeldes.
A este respecto, desvela el desvío de un número de camiones cargados de esas armas, con millones de dólares de valor, por agentes de la GID, e informa de su consiguiente llegada a mercados negros para satisfacer las demandas de las redes criminales y las tribus jordanas rurales, así como los contrabandistas extranjeros.
Según explica la investigación, el caso del robo y el contrabando dio la luz mientras el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) investigaba la muerte de dos instructores estadounidenses por el policía jordano Anwar Abu Zeid el pasado mes de noviembre, el atacante había utilizado esas armas.
Washington y Riad también se habían quejado del robo de las armas, y habían pedido a las autoridades jordanas reaccionar y paralizar de manera inmediata el contrabando de sus armas.
De acuerdo con los datos facilitados en los resultados de la referida investigación, el GID detuvo a decenas de agentes posiblemente involucrados en el caso, pero al final decidió liberar a todos y limitarse a despedirlos, permitiéndoles quedarse con todas sus propiedades y todo el dinero obtenidos por su involucración en el robo de armas.
Al final, la investigación recuerda que por décadas Jordania facilitó las operaciones secretas de EE.UU. en la región debido a sus posición clave en Oriente Medio, a cambio de un masivo apoyo financiero al Gobierno de Amán.
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