El régimen de Israel ocupó la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) en 1967. Tras la ocupación, la cuestión de esta ciudad sagrada se convirtió en un mero discurso mediático, que solo ponía a flor de piel las emociones de la comunidad islámica. Recuperar lo perdido necesitaba un impulso para movilizar a todo el mundo musulmán.
Algo debía cambiar, porque la región necesitaba un salvador, un hombre que unificase a los musulmanes ante un enemigo usurpador, que comete crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino ante la pasividad de la comunidad internacional.
La victoria de la Revolución Islámica en Irán, bajo el liderazgo del Imam Jomeini (que Dios le tenga en su Gloria), trajo buenas noticias para los oprimidos del mundo, y abrió otra oportunidad, tanto para los palestinos como para todos los musulmanes y personas libres del mundo, para reclamar la liberación de Jerusalén del yugo del sionismo.
En agosto de 1979, el Fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (P), instituyó el Día Mundial de Al-Quds para incitar a todas las personas libres del mundo a expresar solidaridad, a nivel internacional, con la causa palestina frente a la ocupación israelí.
Transcurridas más de cuatro décadas, la celebración de este día transciende las fronteras de Irán y llega a todos los pueblos libres del mundo, sin importar su religión. Y este año, el Día Mundial de Al-Quds diferirá sobremanera del de otros años, no solo por la existencia del nuevo coronavirus, sino por los acontecimientos que se están desencadenando en los territorios ocupados palestinos.
El Día de Al-Quds es un grito de rechazo a la ocupación de la ciudad santa y un llamado a liberarla de la injusticia y la opresión. En este día, normalmente, los hombres libres del mundo se manifiestan antes del rezo colectivo del viernes, portan pancartas y dibujos, a fin de denunciar las políticas expansionistas del régimen de Tel Aviv contra la nación palestina.
Este día goza de un sentido mucho más amplio que el mero rechazo hacia las políticas de Israel, puesto que demuestra la unidad de los musulmanes y las personas libres del mundo ante la injusticia.
Este evento se celebra en más de 80 países de Asia Occidental y otras partes del orbe, donde tanto los musulmanes como las personas libres del mundo se unen para solidarizarse con la nación palestina. En los países occidentales, este evento normalmente se celebra el último domingo del mes de Ramadán.
Además, el Día Mundial de Al-Quds llama a los musulmanes de todo el planeta a dejar de lado las diferencias y aunar esfuerzos para recuperar su tercer lugar sagrado, por lo tanto, la celebración del Día Mundial de Al-Quds lo convertirá en la primera cuestión del mundo musulmán.
¿Por qué, este año, el Día Mundial de Al-Quds es mucho más diferente?
Este año, el evento llega en un momento en el que el coronavirus, causante de la COVID-19, por segundo año consecutivo, ha detenido cualquier actividad a nivel mundial. No obstante, ni siquiera esta pandemia puede frenar a los musulmanes y a las personas libres del mundo a la hora de participar en este evento a través de la publicación de fotografías, informes, noticias, etc., en las redes sociales, para que Palestina y su capital, Al-Quds, permanezcan en la mente y los corazones de toda la comunidad islámica y las personas libres del mundo.
Este año, el Día de Al-Quds será diferente porque Israel ya no es seguro como lo era antes, y los últimos sucesos ocurridos en los territorios ocupados hablan por sí solos. Una potente explosión sacudió una planta israelí de fabricación de misiles cerca de la ciudad de Ramalá.
Los medios israelíes censuraron severamente el incidente, pero los vídeos publicados en las redes sociales e informes secretos especulan que la explosión fue el resultado de un sabotaje, especialmente por las tensiones en curso entre Israel y los grupos de la Resistencia.
La celebración de este día en 2021 será diferente porque los grupos de la Resistencia han echado por tierra el mito de invencibilidad del ejército israelí, y los colonos israelíes ya saben que la vida de su régimen se está acercando a su fin.
El ataque con un misil contra el centro nuclear israelí de Dimona y el lanzamiento de decenas de cohetes contra los asentamientos ilegales israelíes han puesto de relieve la debilidad de este régimen a la hora de defenderse ante cualquier amenaza, hechos sin precedentes que pueden acelerar la inmigración inversa.
El futuro de la ciudad de Al-Quds es brillante porque el misil sirio “Mubarak”, que golpeó zonas cercanas a Dimona, demuestra que la Resistencia cuanta con el poderío militar y la tecnología necesarios para atacar cualquier lugar en los territorios ocupados palestinos, y así soñar con la liberación de esta ciudad.
Este año, el Día Mundial de Al-Quds es diferente porque ya sonaron las alarmas en Israel cuando los palestinos de esta ciudad sagrada comenzaron lo que parecía ser la tercera Intifada, que unificó a cientos de miles de palestinos de Jerusalén y los territorios ocupados en 1948 para proteger la Mezquita Al-Aqsa de la invasión de los colonos.
El hecho de que se produjera una Intifada (levantamiento popular) causaría que el régimen sionista perdiera el control en los territorios ocupados, algo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, teme que se extienda a la ocupada Cisjordania y otros territorios ocupados.
La Intifada en Al-Quds, la explosión de la fábrica de armas más grande de Israel y el ataque contra la planta nuclear de Dimona, todos ellos son eventos que han tenido lugar a unos días de la celebración del Día Mundial de Al-Quds y avecinan la llegada de eventos cada vez más importantes para la ciudad sagrada y toda Palestina.
Por Mohsen Khalif zade