Publicada: sábado, 5 de diciembre de 2020 16:13
Actualizada: domingo, 6 de diciembre de 2020 14:46

El asesinato de Mohsen Fajrizade no detendrá el avance tecnológico de Irán, afirma Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la Unión Europea.

El pasado viernes, el científico nuclear iraní Mohsen Fajrizade, quien encabezaba la Organización de Investigación e Innovación Defensiva (SPND, por sus siglas en inglés) del Ministerio de Defensa de Irán, murió en una emboscada que le tendieron a las afueras de la capitalina ciudad de Teherán.

Hasta el momento, ningún país o grupo ha asumido la responsabilidad del atentado, pero las autoridades iraníes apuntan el dedo acusador a Israel y EE.UU. y han prometido una venganza dolorosa. La muerte de Fajarizade ha levantado la voz de condena de la comunidad internacional.

Borrell ha considerado el asesinato del científico iraní como un “acto criminal”, y ha enfatizado que no se puede frenar el desarrollo del programa nuclear de Irán, liquidando a sus expertos nucleares.

En 2013, el expresidente de EE.UU. Barack Obama reconoció el vehemente deseo de anular el programa atómico de la República Islámica. “Si pudiéramos encontrar una opción que acabe con el programa nuclear de Irán, y que permita que Irán no recurra a ningún actividad nuclear, ciertamente lo haríamos”.

También catalogó de “poco realista” la posibilidad de destruir la infraestructura científica de Irán y privar al país de la tecnología nuclear.

Teniendo en cuenta las declaraciones de Obama y Borrel en lo tocante a la dificultad de detener el avance nuclear de Irán, surge una pregunta, ¿por qué el triángulo de la maldad,—Benjamín Netanyahu (premier israelí), Mike Pompeo (secretario de Estado de EE.UU.), y el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman—, han recurrido a la política de exterminio de los científicos nucleares de Irán, tras su último encuentro en la ciudad saudí de Neom?

Está claro que la decisión de este triángulo satánico de asesinar a Fajrizade no es obligar al actual presidente de EE.UU., Donald Trump, a lanzar una operación militar contra Irán, puesto que la idea de una guerra con el país persa ya no es una opción para Estados Unidos. La intencionalidad política detrás del atentado contra Fajrizade es bloquear las vías diplomáticas a la Administración del mandatario electo de EE.UU., Joe Biden, para evitar cualquier acercamiento a Irán.

Biden dejó claro durante su campaña electoral que volvería a formar parte del acuerdo nuclear iraní, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), que fue negociado por Obama en 2015 y abandonado por Estados Unidos, bajo las órdenes de Trump en 2018.

La mayoría de los expertos políticos señalan que Pompeo, que es considerado el peor secretario de Estado de la historia de Estados Unidos, entre otros asuntos, por su política hostil hacia Irán, Netanyahu y Bin Salman, todos están involucrados en el martirio de Fajrizade por motivos políticos, y es parte de lo que parece un esfuerzo de la Administración Trump y el régimen israelí para usar el tiempo que queda hasta que Biden asuma el cargo.

La Administración Trump no ha ocultado su ambición por dificultar que Biden reanude las conversaciones con Irán y se reincorpore al acuerdo nuclear. Sanciones, operaciones encubiertas y amenazas de ataques militares constituyen esta agenda.

La reunión trilateral entre Pompeo, Netanyahu y Bin Salman en Arabia Saudí el domingo buscaba aumentar la presión sobre Irán y enviar un mensaje a la Administración Biden.

Aunque Irán sigue dando prioridad a la diplomacia para resolver problemas y crisis, y a pesar de la retirada de EE.UU. del pacto nuclear, sigue en pie el acuerdo, pero este compromiso que ha mantenido Irán, a cabalidad, no estipula en ninguno de sus artículos no vengar la sangre de sus científicos. El ministro de Defensa iraní, Amir Hatami, aseguró que el país persa perseguirá a los autores intelectuales y perpetradores del asesinato de su destacado investigador. “Ningún crimen, ningún asesinato ni ningún acto estúpido quedará sin respuesta por parte de la nación iraní. Definitivamente, perseguiremos a los criminales hasta el final”, aseveró.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, condenó el asesinato “brutal” de Farijzade a manos de “terroristas cobardes vinculados a la arrogancia mundial y el malvado régimen sionista”.

Enfatizó que “los grupos terroristas y los perpetradores de este acto ciego deben saber que les espera una severa venganza”.

¿Cómo puede vengarse Irán del asesinato de Fajrizade?

Irán responderá al asesinato de Fajrizade de manera oportuna, puesto que tiene varias opciones. Una de estas es presentar pruebas ante los tribunales internacionales para que se juzgue a los responsables de los hechos.

Otra forma es tomar represalias contra los agresores, y frente a las evidencias de que Israel y EE.UU. estuvieron detrás del asesinato, estos deberán esperar la represalia de Irán.

Los expertos en seguridad precisan que la política de Irán frente a este crimen será una política de disuasión, es decir, responder al crimen de una manera que evite que el agresor repita su modus operandi. Pues, Estados Unidos y el régimen sionista deben sopesar las consecuencias de cualquier crimen antes de cometerlo.

Por último, el país persa puede acelerar su programa nuclear, y así además de honrar los logros de su científico asesinado y seguir su camino, puede demostrar que las actividades nucleares de Irán pueden sobrevivir a este asesinato.

En las 72 horas siguientes al atentado, el Parlamento iraní aprobó una “aceleración” de su programa nuclear civil, aumentando el nivel de enriquecimiento de uranio en contravención del acuerdo nuclear.

Por Mohsen Khalif Zade