Publicada: jueves, 20 de agosto de 2020 19:54

Ya han pasado 15 años del asesinato del expremier libanés Rafiq Hariri, un incidente que ha causado una guerra mediática contra Hezbolá y Siria.

Quince años después del ataque que se cobró la vida de Hariri, el Tribunal Especial para El Líbano (TEL) no ha encontrado pruebas que vinculen la implicación del Gobierno sirio ni el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en el incidente.

Dicho tribunal, que fue creado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), acusó a Salim Yamil Ayash, supuesto miembro de Hezbolá, de ser “coautor del homicidio intencionado de Rafiq Hariri”.

Varios grupos políticos y ciertos países han utilizado el asesinato de Hariri para causar tensión sectaria en El Líbano. Quince años después, el tribunal internacional de Hariri emitió un veredicto que ignoró la justicia, lo que le provocó perder la credibilidad de la que siempre se había sentido orgulloso.

Opinar sobre el fallo final de la Corte Internacional de Rafiq Hariri requiere mucha redacción de los expertos legales, pero una simple evaluación de este veredicto muestra que: el tribunal absolvió a tres de los acusados ​​y condenó al cuarto, Salim Ayash, por motivos vagos simplemente por realizar llamadas telefónicas antes y después del asesinato de Rafiq Hariri en 2005.

Esta llamadas podrían haber sido hechas por miles, es decir, muchas personas pueden haber llamado a ciertos números en ese momento, y esto no significa que todas estuvieron involucradas en el asesinato de Hariri.

Además, el tribunal no precisó el contenido de dichas llamadas, y la fiscalía alegó que las llamadas de Ayash fueron interpretadas, hizo las llamadas por razones políticas y psicológicas, no científicas o criminales.

No debemos olvidar que desde su inicio en 2009, el tribunal no ha realizado investigaciones exhaustivas y no ha considerado ninguna otra posibilidad que pueda ser más realista en relación con el asesinato de Rafiq Hariri.

Quienes se benefician del asesinato de Rafiq Hariri

El fin del asesinato de Rafiq Hariri, según los expertos, era atentar contra la situación política y geoestratégica de El Líbano que debía su importancia a la presencia militar de Siria en este país.

Los analistas creen que, conforme al Acuerdo de Taif, el Ejército sirio pretendía trasladarse a la región de Al-Baqaa, pero por el asesinato de Hariri se vio obligado a retirarse de El Líbano.

Algunos pensaban que el repliegue militar de Siria debilitaría el eje de Resistencia y reduciría la influencia de la República Islámica en El Líbano, algo que no solo no sucedió, sino que esta solidaridad, que comienza desde Irán y se extiende a Siria, provocó que la Corte Internacional falle a favor de Hezbolá y la Resistencia.

El tribunal no consideró la posibilidad de que el régimen israelí estuviera involucrado en el asesinato de Hariri, entonces, ¿por qué aviones de inteligencia israelíes sobrevolaban El Líbano en los días previos al asesinato?

Hezbolá reveló mediante imágenes cómo los aviones israelíes estaban vigilando al asesinado Rafiq Hariri.

La corte de Hariri también rechazó la hipótesis de que Arabia Saudí estuviera involucrada en el asesinato del ex primer ministro de El Líbano, especialmente porque los familiares de Hariri y algunos de sus asesores enfatizaron que antes de que fuera asesinado, Hariri tenía estrechas relaciones con Seyed Hasan Nasrolá, líder de Hezbolá.

Según las mismas fuentes, Hariri había prometido no firmar el desarme de Hezbolá, esto puede ser un motivo importante que habría provocado su asesinato por Arabia Saudí. Mientras el fallo del tribunal de la ONU, cree que Hariri era una amenaza para Hezbolá y Siria, pero en realidad, en aquel entonces se oponía a Arabia Saudí.

Aquí surgen varias preguntas: ¿por qué el tribunal de Hariri no mencionó el papel del general mayor Wissam al-Hassan, el jefe del servicio de inteligencia de El Líbano? Al-Hassan era la única persona que conocía la ubicación del automóvil de Hariri el día del asesinato, porque era parte de su equipo de seguridad.

¿Por qué no se interrogó a Al-Hassan? ¿Por qué el tribunal no indagó el asesinato de Al-Hassan en 2012?  Mientras que este tenía una gran cantidad de información del asesinato de Hariri. ¿Por qué  Wissam al-Hasan dejó su trabajo tras el asesinato de Hariri alegando ir a estudiar a la universidad? ¿Por qué le promocionaron de rango militar?

Todo esto nos lleva a varias conclusiones políticas:

Primero, el fallo del Tribunal Especial para el Líbano es un veredicto político, inútil e inestable, y se parecía más a una interpretación política poco profesional que a un veredicto legal.

En segundo lugar, la cuestión más importante es el reconocimiento del tribunal de que Hezbolá y Siria no tienen ningún papel en el asesinato de Hariri.

Esta confesión no significa que el tribunal sea válido y justificado, sino que su decisión se debe a la falta de pruebas sólidas. Y si la Fiscalía y el tribunal hubiesen encontrado la menor evidencia o razón, habría acusado a Hezbolá del acto, lo que significa que dicho tribunal, sin querer, absolvió a Hezbolá en este caso.

En tercer lugar, El Líbano pagó más de 700 millones de dólares a la Corte Internacional por determinar a los responsables del asesinato de Hariri y ese fue, de hecho, el precio de un veredicto que no afectó a Hezbolá y al eje de la Resistencia. Por lo tanto, ¿Quién se beneficia de la creación de este tribunal, si su tarea era eximir a Hezbolá de las acusaciones?

Pero, ¿por qué fue condenado Salim Ayash? Esto, a su vez, se relaciona con las disputas políticas causadas tras el asesinato de Hariri.

El veredicto contra Ayash menospreció a la familia de Rafiq Hariri y a todos los libaneses. Es como si el asesinato había sido cometido por motivos personales, y esto en sí mismo significa la absolución de Ayash. ¿Quién debe rendir cuentas de las partes libanesas e internacionales que entraron a El Líbano en una crisis que ya duró 15 años para servir a los intreses de Israel?

Por Mohsen Khalif Zade