La instalación de un satélite ruso en ese país centroamericano mantiene tensos a los representantes norteamericanos.
Los lazos de amistad y cooperación que unen a Rusia y Nicaragua son objeto constante de cuestionamiento para el Gobierno del presidente Donald Trump. A Estados Unidos le preocupa, entre algunos puntos, la instalación de un satélite ruso en la capital, Managua, que tiene como finalidad estudiar el cambio climático y mejorar las comunicaciones.
El politólogo Cairo Amador indica que Nicaragua tiene la libertad de establecer relaciones con Rusia, un país que también se caracteriza por apoyar a esta nación en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.
El experto en Relaciones Internacionales Manuel Madriz Fornos señala que la relación Moscú-Managua no podría generar amenazas para el Gobierno de Estados Unidos.
Los registros del Banco Central de Nicaragua (BCN) reflejan que desde 2007 a 2016 las donaciones rusas para este país superan los 152 millones de dólares.
Una de las cooperaciones más visibles de Rusia a Nicaragua es la entrega de cerca de 350 autobuses para el transporte urbano colectivo en la capital. De acuerdo a las autoridades nacionales, cada unidad tiene un valor de 25,000 dólares.
Moisés Mercado, Managua.
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