"Hemos expresado nuestra preocupación por el respeto a los derechos de los mexicanos en Estados Unidos. Hablamos de la imposibilidad jurídica de que un gobierno tome decisiones que afecten a otro de forma unilateral", ha señalado este jueves Luis Videgaray, durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.
Hemos expresado nuestra preocupación por el respeto a los derechos de los mexicanos en Estados Unidos. Hablamos de la imposibilidad jurídica de que un gobierno tome decisiones que afecten a otro de forma unilateral", ha señalado el canciller de México, Luis Videgaray.
Ha aseverado además que entre los gobiernos de México y EE.UU. existen “coincidencias”, aunque ha subrayado que el diálogo entre ambos países sobre temas polémicos será “largo”.
Tillerson, por su parte, ha dicho que se ha acordado con México mantener “la ley y el orden en la frontera” a la vez que calificaba de “muy productivo” el intercambio entre ambas naciones.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, presente en la conferencia de prensa, ha asegurado que no habrá ‘deportaciones masivas’ ni se hará ‘uso de la fuerza militar’ en los operativos migratorios, y que se respetará los derechos humanos de todos los migrantes, contradiciendo las declaraciones hechas por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en Washington.
Así mismo, el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, ha resaltado la importancia de "construir esquemas de colaboración" y ha señalado que el Gobierno mexicano plantea su desacuerdo con las recientes medidas de EE.UU.
Trump, que se había reunido horas antes en la Casa Blanca con ejecutivos industriales, afirmó que: "por primera vez estamos expulsando pandilleros, capos de las drogas. Estamos echando a esos tipos, a un ritmo nunca antes visto. Y es una operación militar", afirmó el mandatario estadounidense.
De otro lado, Trump, anunció el martes severas medidas contra la inmigración ilegal, que dejan vulnerables de deportaciones a una gran parte de los 11 millones de indocumentados que se estima viven en ese país, en su mayoría mexicanos. A este respecto, Videgaray ha dejado claro que su país no aceptará la imposición unilateral de agresivas directrices migratorias que EE.UU. quiere imponerle.
Tillerson y Kelly viajaron a México en un esfuerzo de ambos países por acercar posiciones y tratar de recomponer las relaciones, rebajando las tensiones que estallaron tras la llegada de Trump a la Casa Blanca hace un mes.
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