Sin darle una oportunidad, Guadalupe García de Rayos, de 36 años, fue deportada a México, tras vivir 22 años en Estados Unidos. Madre de 2 hijos ciudadanos estadounidenses, Guadalupe fue arrestada al acudir a una cita rutinaria a las oficinas de inmigración de Phoenix, en Arizona.
Desde 2008, cuando las autoridades descubrieron que estaba usando un número de Seguridad Social falso, Guadalupe se presentaba cada año en una oficina de inmigración de Phoenix, donde generalmente le hacían algunas preguntas y después volvía a salir sin mayores problemas. Sin embargo, esta vez fue diferente. La arrestaron y al día siguiente la enviaron a México, donde no ha vivido ni un día de su vida adulta.
Durante el Gobierno de Barack Obama, las prioridades de deportación incluían a indocumentados que eran considerados una amenaza para la seguridad nacional o que hubieran cometido delitos graves. Sin embargo, el Gobierno de Donald Trump ordenó la deportación de todos los indocumentados acusados o condenados por cualquier delito.
La deportación de Guadalupe se realizó en medio de una protesta que intentaba bloquear esta medida y expresar su rechazo a la separación de familias. Los hijos de la víctima también protagonizaron una protesta en Phoenix, donde prometieron seguir con su lucha hasta traer de vuelta a su madre.
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